También estarán en Lanzarote y Fuerteventura el 20 y 25 de enero
La gira comienza el martes 15 en El Hierro, y continuará por La Gomera, La Palma y La Graciosa hasta el sábado 19
El Cuarteto Quiroga, flamante Premio Nacional de Música 2018, se incorpora la próxima semana al 35 Festival Internacional de Música de Canarias(FIMC) con una gira de seis conciertos por las islas no capitalinas. Estarán en El Hierro, La Gomera, La Palma, La Graciosa, Lanzarote y Fuerteventura del 15 al 25 de enero donde interpretarán piezas de Haydn, Bartók, Arriaga y Ginastera. El grupo, hacia el que la crítica se deshace en elogios, será también en encargado de estrenar una de las obras de encargo del 35 Festival, ‘Los ojos del espejo’, de la compositora tinerfeña Cecilia Díaz, con la que abrirá el programa.
Sin duda ha representado una gran noticia para el Festival el hecho de que esta formación de cuerda haya sido distinguida recientemente con el Premio Nacional de Música en la modalidad de interpretación, por tratarse de uno de los conjuntos de cámara más singulares de la nueva generación y por su implicación en la música actual, en particular en la música española, a juicio del jurado. Todo ello hace que su presencia en las islas sea muy esperada, con un recorrido que cuenta con la colaboración de Binter Canarias.
La gira comienza el martes 15 en la Iglesia de San Antonio Abad, en el Pinar (El Hierro), y continuara el miércoles 16 en la Casa de la Cultura de Valle Gran Rey (La Gomera), el viernes 18 en el Museo Benahoarita, en Los Llanos de Aridane (La Palma), el sábado 19 en la Iglesia del Carmen de La Graciosa; el domingo 20 en la Iglesia de San Roque en Tinajo (Lanzarote) y el viernes 25 de enero en el Auditorio de Antigua (Fuerteventura).
Todos los conciertos darán comienzo a las 20.30 horas, salvo en La Gomera que comenzará media hora antes. Las entradas se encuentran disponibles en www.entrees.es y en las taquillas habituales de estos espacios el mismo día de los conciertos, salvo en los programados en recintos religiosos que son abiertos al público.
Integrado por Aitor Hevia (primer violín), Cibrán Sierra (violín), Josep Puchades (viola) y Helena Poggio (violonchelo), el Cuarteto Quiroga se significa también por su labor docente y su proyección internacional, razón que lo ha llevado a estar presente en los principales festivales y salas de conciertos de Europa y América. colaborando entre otros con artistas de la talla de Javier Perianes, Veronika Hagen, Richard Lester, Vladimir Mendelssohn, Alain Meunier, Darío Mariño, Valentín Erbem o la pianista Martha Argerich, con la que compartirán escenario en Canarias.
Este grupo nació con la voluntad de rendir homenaje al gran violinista gallego Manuel Quiroga, uno de los instrumentistas más importantes de nuestra historia musical. Formado con Rainer Schmidt, Walter Levin y Hatto Beyerle en la Escuela Reina Sofía, la Musikhochschule de Basilea y la European Chameber Music Academy, en su personalidad musical también han influido maestros como György Kurtág, Ferenc Rados, András Keller, Eberhard Feitz y Johannes Meissi. Ha sido galardonado con los más prestigiosos premios para cuarteto (Burdeos, Paola Borciani, Pekín, Ginebra, País, etc.).
Funciona en perfecto consenso, cuida con mimo sus lanzamientos discográficos y ofrece conciertos en diversos formatos, consolidando su nombre a nivel nacional e internacional en escenarios tales como el Wigmore de Londres; la Philarmonie de Berlín; el Frick Collection y el Lincoln Center de Nueva York; el Invalides de París; el Auditorio Nacional de Madrid o el alemán Heidelberg Frühling, entreo otros. Durante dos temporadas como sonjunto residente fueron los encargados de hacer sonar la colección de Stradivarius del Palacio Real.
La crítica se deshace en elogios hacia este conjunto instrumental. «Exquisito. Interpretaciones frescas, precisas y perfectamente equilibradas, trazadas con tonos consistentemente cálidos» (The New York Times). O también: «El Cuarteto Quiroga se mostró como un artista del sonido de la más sofisticada e impresionante clase (…) Rara vez se escucha un cuarteto Haydn tocado como lo hace esta esta extraordinaria agrupación, tan fácilmente ligero y elegante, también en términos de virtuosismo» (Reich-Neckar Zeitung). Vaya otra: «Un regalo increíble (…) estos intérpretes hicieron gala de una afinación impresionante y delinearon las texturas con excepcional claridad y transparencia en pasajes de alta complejidad polifónica (…) El Cuarteto Quiroga impacta por su forma de tocar tan bellamente equilibrada, por su asombrosa atención a los detalles y por la profundidad con la que comprende tanto la estructura de cada obra como el lugar que ocupa en la historia del cuarteto de cuerda» (Península Reviews), Y por último: «El Cuarteto Quiroga se ha convertido en el valedor de la música de cámara de España en la nueva generación de intérpretes. Son un referente para quienes han desarrollado sus carreras en el siglo XXI» (El País).
Repertorio
El programa que van a interpretar incluye el estreno de la pieza «Los ojos del espejo», un encargo del Festival que es obra de la compositora tinerfeña Cecilia Díaz, además del «Cuarteto op. 74 nº 1», de Joseph Haydn; el «Cuarteto nº 2», de Bela Bartok; el «Cuarteto nº 1», de Juan Crisóstomo de Arriaga, y el también «Cuarteto nº 1» de Alberto Ginastera.
A Haydn hay que considerarlo el creador del cuarteto de cuerdas, junto con Boccherini. Fue él quien en el siglo XVIII estableció la fórmula de dos violines, viola y violonchelo, cuatro instrumentos de cuerda solista de la misma familia y con dignidad equiparable, a quienes dedicó obras escritas en estilo camerístico que adoptan unos principios que en el siglo XIX se denominarían trabajo temático y forma sonata. A lo largo de su vida escribió un total de sesenta y ocho cuartetos.
En cuanto a Bartok, sus seis cuartetos se consideran el corpus más importante de este género en el siglo XX. El que interpretará el Cuarteto Quiroga se estructura en tres movimientos (Moderato, Allegro molto capriccioso y lento), con una escritura es lineal, precisa, incisiva y un ritmo que quiebra toda simetría y cuadratura para hacerse libre: una obra admirable.
Los cuartetos de Arriaga, que compuso a la edad de dieciséis años, han sido definidos como brillantes e idiomáticos, con presencia de elementos rítmico-melódicos de la música española y temas del folclore vasco, como se aprecia en el primero, quizás el más conocido.
En cuanto a Ginastera, estrenó este cuarteto en 1951, con ocasión del XXV Festival de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea. Con relación a esta pieza, Sebastián Masci comenta que pertenece a su etapa creativa conocida como de nacionalismo abstracto, que incluye «efectos de ejecución modernos y armonías y contrapuntos de vanguardia». En el primer movimiento resulta hasta provocativo; el segundo, a modo de scherzo, desprende un carácter festivo; el tercero representa una reivindicación nacionalista, con efectos y exploración de recursos sonoros de los instrumentos, mientras el cuarto movimiento, de compás temático e irregular, recuerda las danzas indígenas del norte argentino.
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