La prestigiosa y experimentada compañía canaria Profetas de Mueble Barpresenta en Lanzarote su nueva y flamante producción teatral. Se trata de la comedia ácida ‘El gordo y el flaco’, de Juan Mayorga, y que tiene como protagonistas a dos de los ‘profetas’, Juan Ramón Pérez y Fernando Navas. Pese a lo que pudiera parecer por el título, ‘El gordo y el flaco’ no gira tanto en torno a los personajes que interpretaban Stan Laurel y Oliver Hardy, sino más bien al hecho de la finalización de una pareja, sea ésta de carácter laboral, sentimental o de cualquier otra índole. Por eso, aunque ‘El gordo y el flaco’ es una comedia, también tiene momentos para la tristeza y la amargura. Sentimientos que combina, por supuesto, con la carcajada espontánea e inteligente.
Para la crítica especializada que ya ha visto la obra estamos ante uno de los montajes teatrales de la temporada en Canarias, una de las obras que puede acaparar más premios Réplica de las artes escénicas en las islas. La representación de esta obra está organizada por el Área de educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote, que dirige el consejero en funciones Juan Antonio de la Hoz con la colaboración del Gobierno de Canarias.
En Lanzarote tendremos la suerte de poder ver esta nueva producción de Profetas de Mueble Bar el próximo jueves, 4 de junio a las 21.00 horas, en el Teatro Insular de Lanzarote. Las entradas cuestan 10 euros y ya se pueden adquirir en el Área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote (sede del Cabildo, Avda. Fred Olsen s/n, Arrecife) de 9.00 a 14.00 horas. También pueden reservarse escribiendo un correo electrónico a la dirección reservas@cabildodelanzarote.
Una comedia ácida y entrañable
El propio Juan Mayorga, autor del texto en que se ha basado esta obra y uno de nuestros más reputados dramaturgos contemporáneos, nos describe su contenido adelantando que hará pensar y reír a partes iguales. “Esta pieza puede ser interpretada por un gordo y un flaco o por dos hombres de peso semejante. Podría suceder que el llamado ‘Flaco’ fuese más gordo que el llamado ‘Gordo’. Esto ya nos da una pista clara: la función no trata de el Gordo y el Flaco. Estos cómicos y conocidísimos arquetipos son sólo la vía, la excusa para desarrollar un argumento que se basa en la ‘Y’ griega. Esa conjunción por definición copulativa, vigésimo sexta letra de nuestro alfabeto, que si bien une las letras o cláusulas en concepto afirmativo, no siempre es una conjunción positiva o feliz”.
Mayorga destaca asimismo que “la función trata precisamente del final de la conjunción, del difícil trago de la ruptura. De cuando Caín y Abel se cansan de su pugna eterna, sean estos Caín y Abel, Laurel y Hardy o Romeo y Julieta. Quizá porque en el momento en que hay una suma de dos personas, se puede producir la resta, la cesión que cada individuo hace para que puede existir el par… O quizá solamente porque todo principio lleva implícito un final, toda unión una separación”.
“Pero no es ésta –añade el dramaturgo– una función triste. Precisamente, y la coartada de los personajes elegidos da pié a ello, es entrañable, divertida, cómica, y quizá también ácida, pues su comicidad esconde la decepción que produce el final del sueño. Pero también esperanzada, pues es posible despertar. Es posible iniciar un nuevo aunque desconocido camino”.
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