Maite Corujo (PP) traslada su agradecimiento “al trabajo altruista y dedicación de los voluntarios de AFACODA que durante cerca de tres décadas han desarrollollado una labor y servicio asistencial y social a la comunidad digno de reconocimiento público”
Una media de 350 personas son atendidas al año en la Asociación de Familiares y Amigos contra la droga de Arrecife (AFACODA), constituida como asociación sin ánimo de lucro desde hace más de 27 años. Cerca de una veintena de usuarios llegan a diario al centro, situado en la calle Ramón Franco, número 11, de Arrecife (en la trasera de la calle Fajardo), para desayunar, vestirse, asearse y recibir ayuda terapéutica y asistencial en materia de drogodependencias, así como otros servicios y ayuda que ofrecen a personas sin recursos o que se encuentran en situación de exclusión social.
La consejera de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, Maite Corujo (PP), visitó en el día de ayer las dependencias de la asociación para conocer de cerca el funcionamiento y los servicios que prestan a los usuarios de la misma, gracias al proyecto de intervención psicosocial que lleva a cabo AFACODA, entre otras ayudas, con financiación del Cabildo.
La consejera explicó que “este año, desde la Consejería de Bienestar Social hemos incrementado la subvención anual que el Cabildo venía concediendo a AFACODA, con una cuantía total de 15.000 euros, para que este colectivo pueda desarrollar este proyecto de intervención psicosocial de la mano de una asistente social con carácter permanente durante todo el año”.
Maite Corujo detalló que a través de este proyecto y el trabajo del asistente social se prestan además servicios de asesoramiento, ayuda psicosocial y terapéutica, así como orientación para la búsqueda de empleo, entre otros servicios de ayuda en la gestión de documentación y otros trámites administrativos que requieran estos usuarios.
La consejera quiso además trasladar su “reconocimiento y agradecimiento al trabajo social y altruista desarrollado por las personas que durante cerca de treinta años han ayudado con su tiempo, esfuerzo, dedicación y sobre todo cariño, respeto y comprensión a aquellos que lo han necesitado, contribuyendo con un servicio social y voluntario de ayuda a la comunidad que ha logrado -en muchos casos- la reinserción social, realización personal y laboral de muchos los usuarios de este centro, así como reducir los factores de exclusión social y auto marginación de la población drogodependiente de la isla de Lanzarote”.
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