La Fundación César Manrique comunica a la opinión pública su rechazo a las vallas publicitarias colocadas en diversos puntos de la isla por Geoparque Lanzarote y Archipiélago Chinijo.
Evitar o mitigar el impacto de los soportes publicitarios en el territorio constituyó un componente estético y simbólico significativo del modelo paisajístico singular que impulsó César Manrique. Proteger y mantener la isla libre del impacto visual de vallas publicitarias fue un empeño del artista que defendió con uñas y dientes, del que siempre se sintió orgulloso, como dejó testimonio en numerosas declaraciones públicas.
De hecho, hasta hace algunos años, la inexistencia de soportes publicitarios en los márgenes del viario fue reconocida como un valor añadido y distintivo del patrimonio cultural y paisajístico insular en el contexto de la industria turística. Y lo es hasta tal punto de que su prohibición en suelo rústico está recogida en la normativa del Plan Insular vigente, en este caso incumplida por Geoparque. Una paradoja verdaderamente chocante. Asimismo, la instalación de vallas publicitarias fuera de los tramos urbanos está también prohibida por la Ley de Carreteras de Canarias.
Lanzarote adolece de un problema acusado y creciente en lo que concierne al impacto y desorden visual causado por anuncios publicitarios, sobre todo en entornos urbanos y zonas industriales, que afean el paisaje y contribuyen a la pérdida de identidad de la isla. Un problema que reclama una decisiva y urgente actuación por parte de los ayuntamientos y el Cabildo para aplicar y hacer cumplir las ordenanzas y normativas existentes, además de añadir las que fueran necesarias con el propósito de poner remedio a una degradación paulatina y alarmante que empeora la calidad del paisaje natural y urbano de Lanzarote y erosiona su identidad histórica moderna reciente, tal y como ha venido denunciando la Fundación César Manrique.
A la Fundación César Manrique le resulta particularmente decepcionante y triste que Geoparque Lanzarote y Archipiélago Chinijo, responsable de administrar una figura destinada a un “territorio caracterizado por un patrimonio geológico de importancia internacional, gestionado con criterios de protección, educación y desarrollo sostenible”, renuncie a la cultura de protección del paisaje que César Manrique luchó por mantener ajeno a las vallas, y, con esta desafortunada actuación publicitaria, se sume al desorden y los impactos negativos de la publicidad en espacios urbanos y rurales. Resulta especialmente penoso que este hecho insensible suceda en el año en que se conmemora el centenario del artista, una circunstancia que debería invitar, sobre todo a las administraciones públicas insulares, a respetar su obra y seguir sus pasos honrando verdaderamente su memoria y su legado, material e inmaterial, que tanto prestigio y beneficios han proporcionado a la isla y a sus ciudadanos.
Por consiguiente, en la fecha en que se conmemoran cien años de vida de César Manrique, procedería, y así lo demanda la Fundación que lleva su nombre, que se retiren inmediatamente las desafortunadas e inadmisibles vallas publicitarias de Geoparque Lanzarote instaladas en diversos puntos, una conducta que desacredita las tareas de un Geoparque propio de nuestra isla, banaliza el paisaje, desfigura un gran legado y agravia la memoria de César Manrique.
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