La presidenta del Cabildo de Lanzarote, M.ª Dolores Corujo, recibió en la mañana de hoy, en el Salón de Plenos de la Corporación, a los niños y niñas saharauis, procedentes de los campamentos de Tinduf, y que pasan las vacaciones de verano en nuestra isla junto a sus familias lanzaroteñas de acogida, gracias al programa ‘Vacaciones en Paz’.
Durante el acto, en el que también estuvieron presentes el consejero del área de Bienestar Social, Marcos Bergaz; el alcalde de Haría, Alfredo Villalba, así como otros concejales de los Ayuntamientos de Tías, Teguise y San Bartolomé, la presidenta dio una cariñosa bienvenida a los menores y agradeció a las familias que acogen “su implicación, generosidad y solidaridad”.
“Estoy muy orgullosa”, señaló M.ª Dolores Corujo,“de ver como estos niños y niñas llegan a nuestra isla muy felices cada verano para compartir unas vivencias inolvidables junto a sus familias de Lanzarote, unas familias que representan el esfuerzo y el compromiso por intentar hacer una convivencia mucho más justa entre los pueblos canario y saharaui, que tanta historia hemos compartido”.
Los menores de entre 10 y 12 años de edad, que estarán en nuestra isla hasta el próximo 3 de septiembre, también fueron agasajados con material escolar y didáctico aportado por la Oficina de la Reserva de la Biosfera y por los distintos ayuntamientos presentes en el acto.
Gracias al proyecto de acogida temporal ‘Vacaciones en Paz’, que lleva más de 40 años trabajando en España y en Canarias, y a la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, estos ocho niños y niñas pueden viajar desde los campamentos de refugiados de Tinduf, en el Sáhara Occidental y reunirse con sus familias canarias cada verano. Además, esta acogida constituye una forma de canalizar la ayuda humanitaria, principalmente, medicinas, alimentos y ropa, que se envía a las poblaciones del Sáhara.
La presidenta del Cabildo también quiso animar a las familias de nuestra isla que así lo deseen a colaborar “con este gratificante programa y que, en los próximos años, podamos ver duplicado el número de familias de acogida y que, por ende, aumente también el número de niños y niñas,pequeños embajadores del pueblo saharaui, que puedan venir a Lanzarote para pasar un verano inolvidable, alejados del duro día a día que se vive en los campamentos de refugiados”
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