Convencidos de que la unión hace la fuerza, nos encontramos en una nueva edición, esperanzados y con las pilas cargadas para seguir fertilizando el terreno en pro de la tan ansiada y merecida prosperidad.
La situación vivida en estos últimos meses ha sido pésima y nefasta. Se han puesto en evidencia nuestras debilidades y lamentablemente la pandemia seguirá afectando y cambiando nuestras vidas. Por ello hay que darle la vuelta y considerar este estado como una oportunidad para generar simbiosis, cambios positivos y más sostenibles.
Si algo hemos aprendido en estos meses es que “la unión hace la fuerza”. Nos alimentamos mutuamente y está claro que deben emerger nuevas estructuras que aúnen colectivos y que trabajen en común para prosperar consiguiendo derechos que garanticen una sociedad más cohesionada y estable. El camino será largo. Nos esperan tiempos difíciles pero juntos, de la mano, avanzaremos.
“Una sola mano no aplaude”, se necesitan dos para conseguir el fin, el aplauso. La cooperación se ha hecho vital en estos tiempos y debemos sacar una lectura lo más positiva posible para consolidar nuestros valores y asegurarnos el futuro venidero. En este sentido, ahora mismo, existe la necesidad de redescubrir nuestra identidad cultural que nos hace ser diferentes, líderes en nuestro universo. Corresponde promover estos valores y fortalecerlos, consolidando y reconociendo nuestro rico acervo cultural y patrimonial. Dice la máxima que “las cosas pequeñas florecen en la concordia” y ahí se lo dejamos para su reflexión.
Disfruten de este reverdecimiento cultural que nos trae este mes de octubre con el semáforo por fin en verde y que les adelantamos en esta su publicación amiga.
¡Sean felices!