La nueva instalación sustituirá al actual pantalán de recepción, con más de 30 años de antigüedad y que apenas se usa por su importante deterioro
La empresa pública Puertos Canarios, dependiente de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, que dirige el consejero Sebastián Franquis, ha adjudicado las obras para la reparación integral del pantalán de recepción del Puerto de Caleta de Sebo, en la isla de La Graciosa, al que apenas se le da uso por su mal estado de conservación. Las obras, adjudicadas a Diseño Desarrollos e Instalaciones regulares S.L. cuentan con un presupuesto de 232.084 euros y un plazo de ejecución de cinco meses.
El actual pantalán de recepción de Caleta de Sebo y los pilotes que sujetan el mismo, instalados en los años 80 del siglo pasado se encuentran en estos momentos muy afectados que afectan a su funcionalidad y seguridad, por lo que, a día de hoy, este pantalán se encuentra casi inoperativo. Por esta razón, y para continuar prestando un servicio de calidad, tanto a los profesionales que realizan su actividad dentro de la zona portuaria como a los demás usuarios y visitantes, se considera fundamental acometer una reparación integral del mismo para evitar mayores consecuencias desde el punto de vista de la integridad estructural y de seguridad de los usuarios.
El pantalán de recepción del puerto de La Graciosa es el que se encuentra situado en el dique de abrigo, entrando al puerto, mirando a la derecha. Es una instalación de cuatro metros de ancho por 120 de largo, aunque después del último temporal se perdió un módulo y ha quedado reducido a 108 metros. Es una estructura pesada fijada con 19 pilotes y dos vigas en cabeza proyectada para atracar buques de gran porte.
La exposición continuada al oleaje ha provocado que, con el paso de los años, el pantalán se haya debilitado hasta el punto de que algunos pilotes se han partido o están próximo a ello, y que la estructura de aluminio y los elastómeros (tacos de neopreno) que las unen hayan colapsado en distintos puntos de la plataforma.
Estos trabajaos consistirán en la sustitución del pantalán actual por uno nuevo de 120 metros de largo y dos metros de ancho, más próximo a la escollera, y más flexible, calculado para el atraque de embarcaciones más ligeras. Con el material recuperado del pantalán existente se ejecutará en el contradique un pantalán sin servicios de 36 metros donde atracar embarcaciones de paso. Para la ejecución de todos estos trabajos se concede a la empresa adjudicataria un plazo de cinco meses a partir de la firma del contrato.
Los primeros módulos de pantalanes en la dársena deportiva se instalaron a finales de los años 80 del siglo pasado, y posteriormente, entre 1994 y 1996, se colocaron la mitad de los módulos actuales dedicados a las embarcaciones de recreo. Con respecto a la tipología del sistema de amarre, esta instalación está compuesta por pantalanes flotantes anclados al fondo mediante pilotes de acero hincados y dotados de ‘fingers’ de diferentes medidas en función de las plazas que acogen.
Mejora general de las instalaciones portuarias
El puerto de Caleta del Sebo está considerado como puerto de Interés General de la Comunidad Autónoma de Canarias ya que su actividad principal es la de conectar las islas de Lanzarote y La Graciosa, tanto en lo concerniente al transporte de pasajeros como al de mercancía. Por este motivo, la Consejería planifica, además de esta intervención en el pantalán de recepción, una actuación más completa en su zona portuaria con el fin de renovarla, ampliarla e integrarla en el entramado urbano de la localidad al considerarse la auténtica puerta de entrada para los visitantes de la isla.
Este puerto forma parte del Eje Transinsular de Transportes de Canarias, que integra los modos terrestres marítimos mediante nodos intermodales, con objeto de constituir un eje estructurante del crecimiento, la accesibilidad y el comercio de los mercados insulares aislados, en un único mercado accesible a productores y consumidores. Asimismo, la isla de La Graciosa ha experimentado un importante auge turístico durante la última década y habitualmente es visitada por 350.000 personas al año (antes de la crisis sanitaria), y muchos de esos visitantes llegan a bordo de embarcaciones de recreo, por lo que se hacen imprescindibles este tipo de intervenciones portuarias.
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