“El streaming llegó para quedarse, pero no hay nada que sustituya la experiencia presencial de la cultura”
“Ningún pueblo puede permitirse una bancarrota intelectual”
“Nuestra idea es ir completando un Cancionero General de Canarias, que sea una especie de mapa sonoro del folklore canario”
El director de la Casa Museo del Timple advierte que la recuperación del tejido cultural canario tras la pandemia será complicada. Benito Cabrera reconoce que las nuevas tecnologías han ayudado a mantener viva la llama de la cultura en esta crisis sanitaria que nos hará valorar más la experiencia presencial. En la presente entrevista nos desvela sus proyectos musicales más inmediatos y adelanta que el Carnaval Tradicional de Teguise, tendrá una programación especial adaptada a la situación actual
Benito Cabrera es un destacado músico canario que ha realizado numerosos trabajos de investigación revitalizando y exaltando el rico patrimonio musical canario. A él se le debe, en gran medida, la consolidación del timple como instrumento nacional de Canarias.
Es el fundador y director de la Casa Museo del Timple en Teguise donde programa y crea diferentes talleres y actividades en torno a este magistral instrumento. Colabora con innumerables formaciones del archipiélago a quienes concede su extraordinaria riqueza personal y profesional.
Es el autor de la estremecedora canción “Nube de Hielo” y a él también le debemos la letra de nuestro Himno Oficial de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Tras un arduo trabajo de investigación y haber desarrollado un proyecto de esta magnitud, ¿cómo se siente tras dos años (2020 y 2021) sin celebrarse el “Carnaval Tradicional” que se venía desarrollando en la Villa de Teguise?
Con la obvia frustración de no ver crecer la idea, pero con la serenidad de saber que loretomaremos en cuanto sea posible.
¿Qué otras manifestaciones y expresiones carnavalescas programadas con anterioridad nos hemos perdido en estos dos años? ¿qué nos tienen reservado para futuras ediciones?
Como invitados especiales, teníamos preparado para el 2020 una interesante representación del Carnaval Tradicional de Gran Canaria (huevos de talco, baile de piñata, etc.), así como el Crispín de La Orotava (Tenerife), por supuesto, con la participación de los Diabletes y Los Buches. Este 2021 teníamos la ilusión de retomar ese programa, pero no será posible. Quedan muchas cosas por ver y disfrutar, tanto del carnaval canario como de otras latitudes. Seguimos trabajando en programas posibles para ediciones futuras, que se retomarán a partir del 2022.
Desde su óptica como gestor profesional y productor musical, ¿qué valoración hace de la situación actual del sector cultural en Canarias?
El sector cultural en general en Canarias siempre ha sido frágil y cada crisis es un mazazo al difícil equilibrio profesional en el que nos movemos, marcado por la temporalidad y la intermitencia del trabajo. El cierre masivo de espacios (teatros, cines, bibliotecas, escuelas de música), la anulación constante de actividades, las acciones demagógicas como derivar los escasos recursos de la cultura a asuntos sociales… son acciones que están abriendo un bache del que nos va a costar mucho recuperarnos. Es muy fácil frenar la actividad, pero muy complejo volver a reactivar todo ese tejido. Lo sufren las empresas culturales que realizan inversiones y poseen plantillas de profesionales que ahora no tienen trabajo (sonido, iluminación y equipamientos en general), lo sufren los creadores, los artistas y lo sufre el público, que acaba huérfano de la experiencia vivencial del arte.
¿Cómo prevé el futuro del sector a corto y medio plazo?
Pese a la sequía de opciones, sorprende ver cómo siguen saliendo jóvenes creadores e intérpretes de gran calidad. A corto plazo, se verán truncadas muchas carreras potencialmente brillantes y muchos de los que viven de esto tendrán que cambiar de ocupación para sobrevivir. Ese panorama es una auténtica tragedia que no deberíamos contemplar con indiferencia. Ningún pueblo puede permitirse una bancarrota intelectual. Pero estoy seguro de que toda esa fuerza creativa acabará por abrirse camino tarde o temprano. Con una adecuada política de protección de ese potencial, con un poco de paciencia, podrá desarrollarse a medio plazo. El problema es que en estas islas (en general, en España) se presume de un gran patrimonio cultural, pero no se cuidan ni la ciencia ni la cultura.
Partiendo de que las medidas económicas que se han presentado serán insuficientes para paliar los estragos de esta emergencia sanitaria en el sector cultural, ¿qué otras acciones más específicas propondría usted para la recuperación y también para su aplicación y consolidación ante cualquier otra circunstancia extraordinaria que se nos vuelva a presentar?
En primer lugar, estableciendo prioridades para el rescate del sector. Es importante el amateurismo, pero hay que activar mecanismos de apoyo para no perder a los que llevan años dedicándose a la cultura de manera profesional, sin descuidar el impulso de creadores emergentes. En ese orden de prioridades, incluiría apoyar a los artistas locales, realizar programación de kilómetro cero, para proteger y potenciar a los que tenemos cerca.
Por otra parte, las tecnologías de la información y comunicación han demostrado ser una ventana abierta para el desarrollo de la cultura frente a la imposibilidad de desarrollar actos presenciales. Muchos músicos y creadores en general nos hemos ido poniendo al día en activar mecanismos profesionales para desarrollar nuestro trabajo más allá de los escenarios. Y ahí están los resultados, con un incremento notable de consumo cultural a través de las redes sociales. Creo que es una de las vías para apoyar al sector, exigiendo la debida excelencia, pero abriendo la posibilidad a no frenar en seco y del todo la actividad. En la Casa-Museo del Timple hemos puesto en marcha la difusión de los actos por esta vía y, ni siquiera en momentos de máximas restricciones, se suspendió ningún acto, cumpliendo en todo momento las normas sanitarias, pero sin dejar plantados a nuestros artistas.
En última instancia, hay que flexibilizar y agilizar los mecanismos administrativos que posibiliten la contratación y gestión de los pagos de manera eficiente y rápida. Se puede rebajar el cachet, pero es insostenible esperar meses para cobrar.
¿Este confinamiento le ha permitido componer nuevos temas? ¿Hay alguna fecha para un próximo trabajo discográfico? Nos podría adelantar su título en caso afirmativo.
Lo mejor del confinamiento fue disponer del tiempo para componer y pensar en propuestas. Lo último que hice fue la recreación de once expresiones rituales de un proyecto que se llama “Ritual Siglo XXI”. Seguramente ese repertorio acabe siendo el material inmediato de mi nuevo disco. Por otra parte, aunque decidí cerrar mi ciclo como director musical de Los Sabandeños, dejé terminados los arreglos de un disco para el grupo, que verá la luz en los próximos meses. Bajo el título de “Ellas” es un recorrido por el trabajo de compositoras del ámbito hispano, como Chabuca Granda, María Grever o la española Cecilia.
Una de las iniciativas con la que contribuyó a sobrellevar el estado de confinamiento fue la de desarrollar un curso gratuito de timple para novatos a través de su canal oficial. Realmente fue un acierto y una generosa contribución. ¿Conoce el alcance del mismo?
Pues ese cursillo de emergencia ha llegado, a día de hoy, a unas 30.000 personas, según los indicadores de Youtube. Por otra parte, estoy especialmente contento con el resultado de una acción que llamamos “Microdocus”, con los que intentamos abrir el museo al mundo a través de pequeños documentales de unos 6-8 minutos de duración, en los que explicamos desde el origen de la palabra Timple a la relación del timple con otros instrumentos similares. Algunas de estas pequeñas píldoras documentales han alcanzado las 60.000 visualizaciones en Facebook.
Otra de las propuestas culturales en las que participó fue “Musicando en casa”, una nueva oferta cultural que apareció durante el confinamiento. ¿Piensa que esta vivencia cambiará nuestros hábitos culturales o por el contrario nos hará más deseosos de vivir la cultura en directo cuando pase esta situación?
Creo que ambas cosas. El streaming llegó para quedarse, pero no hay nada que sustituya la experiencia presencial de la cultura, de la misma manera que un emoticono nunca va a sustituir un abrazo real.
Como impulsor artístico ¿en qué otros proyectos está trabajando?
Mi proyecto más inmediato tiene que ver con la puesta en escena de un espectáculo que se llama “A pies y manos”, que realizo con el bailarín Jep Meléndez y el guitarrista Tomás Fariña. También estoy trabajando con un espectáculo sobre las conexiones europeas de nuestra música con los solistas de la Orquesta Sinfónica de Las Palmas. En otro orden de cosas, espero que se pueda publicar en este año un trabajo de recopilación de todo el repertorio musical de Tenerife en el que hemos estado trabajando durante dos años un equipo de músicos. Nuestra idea es ir saltando de isla en isla para ir completando lo que sería un Cancionero General de Canarias, que sea una especie de mapa sonoro del folklore canario, para que esté a disposición de musicólogos, creadores o interesados en conocer, en un solo trabajo, todas las expresiones musicales de nuestro repertorio tradicional.
Por último, sigo en varias líneas de composición, tanto para timple como en canciones con letra. Uno de los proyectos que me tiene ilusionado es una línea de canciones para niños basadas en las leyendas canarias.
¿Hay ya programación para la Casa Museo del Timple 2021? ¿cuándo se presentará y qué nos han preparado para este año?
He confeccionado varias programaciones posibles, pensando en escenarios diferentes tanto desde el punto de vista sanitario como presupuestario. Tal como están las cosas en estos momentos, seguramente optaremos por realizar entre 10 y 12 conciertos con artistas lanzaroteños, en la línea de lo que hemos hecho durante el 2020. Espero que en breve podamos presentar la programación. Lo que sí adelanto es que haremos una programación especial de nuestro Carnaval Tradicional, con la retransmisión televisiva de los mejores momentos de las diferentes ediciones, así como con una exposición de fotografías y objetos relacionados con nuestro encuentro.
Asimismo, continuaremos con la línea de difundir los contenidos (tanto físicos como conceptuales) de la Casa-Museo a través de pequeños documentales que iremos colgando en las redes sociales.
www.casadeltimple.org @benito_cabrera