“El homenaje no deberían hacérmelo a mí sino a la cerámica en sí”
Con las manos en la masa. Así encontramos a Aquilino cuando nos acercamos hasta su taller. De origen hariano, empezó haciendo talleres plásticos para los ayuntamientos de Arrecife y Tías donde sentó cátedra, pero quiso centrarse en el que siempre había sido su sueño: la cerámica. Definirlo sólo como ceramista es quitarle esa cualidad que, junto con su entusiasmo, dan cuerpo a su verdadera personalidad.
Ha asistido como alumno pero también ha impartido cursos y talleres a niños, adolescentes y a profesionales que quieren empaparse de sus conocimientos tanto en Italia, Península o Alemania. Ha participado en numerosas ferias y muestras de artesanía como la de Ponferrada, donde estará entre el 2 y el 10 del presente mes de septiembre.
Desde los 7 años modelando y pintando. Siendo tan sólo un niño, ¿de dónde nace la creatividad?
Si te digo que para mí, mi parque de juegos, por decirlo de alguna manera, era los Jameos del Agua cuando tenía esa edad, que vivía al lado de Jesús Soto, que también tuve como referente a César Manrique puesto que mi padre era cocinero de los Jameos y que todos los veranos me iba con él a trabajar. Después estaba Roberto, que es Catedrático de la Universidad de Bellas Artes, Juanono quien también se licenció, Toñín Corujo… el entorno era propicio para el desarrollo de la creatividad.
¿Aprendiste algo de ellos?
Jesús Soto era inaccesible. Era un personaje bastante curioso, de hola y adiós, muy serio y correcto. Pero sí veía un poco de su obra. Pero de Juanono quizá fue del que más aprendí. Era un hippie, del barrio, y me escuchaba. Yo era un niño pero me escuchaba. Tenía álbumes, libros de dibujo y cositas así. Entonces él un poco fue quien me introdujo en la pintura. Pero el “crack” fue mi padre cuando me regaló una caja de plastilina. Eso fue la bomba, un descubrimiento. Mi juguete favorito hasta ahora.
¿Y por qué es tan importante la cerámica para ti?
Muy buena pregunta. Es que en realidad el homenaje no deberían hacérmelo a mí sino a la cerámica en sí. Y no a la cerámica cualquiera. Hablamos de la cerámica canaria, no tradicional sino en general, puesto que es una técnica llamada urdido que apareció en el siglo X antes de Cristo con un pueblo agroganadero que introducen los fenicios. Ésa es la última teoría del poblamiento de las Islas Canarias. ¿Qué es lo que pasa? Que pasan los años y esto no cambia: vienen los punisios e imitan las formas punisias, vienen los romanos e imitan las formas romanas. Los romanos dejan de venir y hay un período de alejamiento de doce siglos, del siglo III al siglo XV, con la conquista de las Islas, la población indígena, aborigen o como quieran llamarla, permanece aislada. Continúan con esa técnica, se va mejorando a medida que la madre enseña a la hija, y ésta, a su vez, a su hija… y es una herencia matrilineal, las mujeres son las que hacen cerámica. Era casi tabú. Para mí lo importante es eso, estamos hablando de Patrimonio Cultural de la Humanidad, una de las primeras técnicas conocidas y, en todo el mundo, somos un “puñao” los locos románticos que hacemos esto y no precisamente por dinero sino porque hemos aceptado un compromiso social con la cultura. Es más, prácticamente hoy en día solo hay cinco alfareros tradicionales censados y no sé si los cinco trabajan. Dos sí.
Dices que es Patrimonio Cultural, ¿crees que se valora o llegará a perderse?
No, porque está desconocido. Por eso yo llevo treinta años divulgando, recuperando, conservando, etc… La gente cuando habla nos pone el cuño de “alfarería tradicional”. Vale. Pero en la alfarería tradicional de Gijón, Cataluña o Tombuctú trabajan con torno. Todo el mundo trabaja con torno porque se extendió su uso. En el interior de la Amazonia todavía te encuentras tribus que trabajan con esta misma técnica, en el norte de África, pero ya muy en el interior. Yo creo que no está protegida porque se desconoce más que nada. La gente ve la cerámica y con la misma se va pero cuando ve el contenido y toda la elaboración que tiene son capaces de entenderlo y apreciarlo.
Ya en el siglo XX – XXI, aparece una nueva tipología que yo llamo “tipología de guiri”… y tú sabes que la corrupción ha llegado a todos los niveles y no quiero entrar en ese tema, ni hablar mal de nadie ni nada. Pero se ha confundido. Habrá políticos que son conscientes de esta historia pero hoy en día donde menos se invierte es en cultura. Y te voy a poner un agravio comparativo: junto con la cerámica canaria, también se salvó la lucha canaria, deporte vernáculo; en todos los pueblos de todos los municipios de Canarias hay un campo de lucha, en cambio, hornos de leña para cerámica en Lanzarote sólo hay uno. Y seguramente se acabará porque los vecinos se quejan del humo. Yo ahora mismo estoy huérfano, entre comillas, de horno, que puedo cocinar al aire libre pero las condiciones no son las mismas, lleva un esfuerzo mayor porque no controlas el fuego. He pasado muchas miserias por ir contracorriente y defender esto. Y me ha costado más de la mitad de mi vida.
Centrándonos en los materiales que utilizas, aquí en Haría, ¿qué características encuentras en estos suelos? ¿Son especiales?
Por supuesto. Y solamente tiene de especial la edad, la edad de construcción volcánica. Cuánto más antigua sea la construcción volcánica, más posibilidades hay de que encuentres un polvo de piedra. Ten en cuenta que esta arcilla es polvo de basalto. Ha habido una erosión química, por así decirlo. La química de la piedra ha hecho que aflore el carbonato cálcico, que casi nunca hay vegetación donde se ve ese blanquizal, ese caliche; debajo, es donde está el silicato de alumina, o ventonita como se le llama en el argor cerámico. Y claro, lo que es el macizo de Guatifay o lo que es la Atalaya de Femés, son las dos zonas más antiguas de la isla, vulcanismo de la Serie 1, y ahí es donde se localiza ese tipo de barro. Cuanto más nuevo es el volcán, no le ha dado tiempo a que se descomponga. Cuando bajas las cuestas de Trujillo, en la sección ves como hay tierra, polvillo y piedras que se están descomponiendo y produce ese material. Y aquí, en Haría, hay mucho. Tengo Las Nieves, que cuando tengo coche voy y sino, me voy aquí, a casa de una vecina, que está haciendo un pozo y de ahí hay una sección donde puedo extraer un material muy bueno.
¿Cuáles son las características en la quema a cielo abierto o en horno?
En cielo abierto es más arriesgado, tienes que ser muy profesional para que la cocción salga bien. No quiere decir con eso difícil, sólo que tienes que observar, saber y entender como funciona el barro. El barro es polvo de piedra y agua. ¿Qué pasa cuando se evapora el agua? Encoge. El fuego también encoge. Tenemos que hacer una cocción muy lenta. En cielo abierto se gasta mucho combustible y es muy arriesgado. En un horno te permite la posibilidad de hacer diferentes tipos de cocción en un espacio limitado donde controlas la temperatura y combustible. Esa es la diferencia. En cielo abierto solo puedes hacerlo de una manera. En horno de varias ¿Cómo? Pues a fuego directo: hacer un fuego como a cielo abierto, en un horno, como la madera por debajo y por encima de la cerámica; o poner la cerámica atrás y hacer el fuego delante e ir acercándolo poco a poco. Dentro de un horno tienes más posibilidades de que la cocción sea perfecta. El dato histórico que te comenté antes, las nativas no conocían el horno hasta que llegaron los castellanos. Los castellanos armaron el horno y ellas aprovecharon el horno.
Y luego no pienses que el trabajo en el horno vaya a ser más rápido que a cielo abierto. No tenemos algo fijo. Depende de la cantidad de losa que metas o el tamaño de las piezas. Una pieza grande lleva más tiempo, tanto en el horno como a cielo abierto. Sí, en el horno economizas pero los dos días de fuego no te los quita nadie.
¿Y cuánto tiempo puede llevarte realizar una pieza, teniendo en cuenta que también depende del tamaño, pero una pieza de tamaño medio, desde el momento que alguien te lo pide?
También depende de la estación: en verano se hace más rápido, en invierno se tarda más. Por el calor y la humedad. En verano, una pieza media, más bien pequeña, de una semana a quince días. Siempre es mejor darle más tiempo porque asegura. De todas formas, yo después de treinta años trabajando con este tipo de arcilla, puedo forzar los tiempos de secado o puedo preparar el material para que se seque antes. Me explico, yo la arcilla la mezclo con arena y si le pongo poca tarda más, si le pongo mucha tarda menos. Depende incluso de la obra que vas a hacer, por ejemplo, si es para una pieza de agua, hay que darle más tiempo de secado mientras que si es para una pieza de fuego, lleva menos tiempo de secado. Y te lo explico claramente. Una pieza de agua tiene que secarse muy, muy, muy lento para que no abra el poro, para que no sea porosa y mantenga el agua. Una pieza de fuego todo lo contrario, al estar en contacto con el fuego, necesita tener más arena y secarlo lo más rápido, que sea porosa y no se rompa.
¿Cómo definirías tu técnica?
Purista. A mí me enseñaron a hacer la cerámica de una manera y yo he seguido haciendo cerámica de esa manera. Mi escuela, una de las más indigenistas de toda canarias, la Atalaya de Santa Brígida. Yo soy un nieto postizo de Panchito Rodríguez Santana. Qué casualidad. Yo creo que estaba predestinado a hacer lo que estoy haciendo. Es que incluso mi horóscopo me dice algo de eso.
¿Cuál es la pieza que recuerdas con más cariño?
Hay dos. Fue hace treinta y un años cuando fui a un curso de cerámica popular canaria del Gobierno de Canarias, con Domingo Díaz Barrios. Bueno, lo primero que hice fue un gorila y se lo regalé a mi maestra, Blasi Jaime, profesora de la Escuela de Artes y Oficios. Lo hice en la primera noche, un poco probando el barro, jugando y hablando. Pero luego empezamos a hacer el curso, lo que es losa, un calderito… y yo hice un bernegal, que lo tengo aquí y no se vende. Y esa es la que, de alguna forma, tiene bastante significado para mí pero claro… está el gorila. Yo hago demostraciones en las ferias para que la gente vea que no hay nada. Y lo curioso fue que en esa feria me enteré que iba a hacer padre, y con toda mi alegría y emoción, hice el gorila, que es mi animal favorito que a pesar de su fuerza y poderío es muy tranquilo, sociable, familiar, con un aren de hembras y muchos críos, con unos colmillos grandísimos y es hervívoro y, sobre todo, sostenible, no hace ningún destrozo y da su vida por su familia.
Y bueno, si te hablo de King Kong que desde chinijo esperando delante de la tele para verlo, cuando mi madre me la dejaba ver, y me quedaba dormido. Ya de grande, cuando lo vi, me dije “si yo lo hago mejor que eso”.
La cerámica, ¿un arte o un recurso educativo?
Arte, alimento del alma, es lo que nos diferencia de los animales. Pero yo lo prefiero como recurso educativo, con los niños que ahora son lo más importante. Porque el arte también está prostituido, a cualquier cosa llaman arte. Entonces yo prefiero quedarme con ese recurso educativo y no sólo eso, sino como terapéutico y curativo que es muy importante, que es bueno para muchas enfermedades como terapia, como paliativo y como preventivo incluso de enfermedades psicológicas. Ahora bien, igual que se imparte el silbo gomero, debería utilizarse más. Con un material tan humilde, sin gasto, con esta técnica primitiva no hace falta comprar horno eléctrico, solo los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire. Y bueno, un guía que sea capaz de tener recursos para estar con niños, jóvenes o adultos y mantener despierta la atención. Todos nosotros tenemos ese toque de artista o artesano dentro pero simplemente no lo hemos potenciado o no hemos encontrado un motivo suficiente que nos lleve a estudiarlo. Pero sí, yo lo recomiendo y sería estupendo que el Centro de Profesores tenga esa herramienta, que yo estoy dispuesto a dar clase a los profesores y que tengan esta herramienta para niños con TDH, estímulos, motivaciones… Además para tratar temas transversales, ten en cuenta que solamente con el barro estamos hablando de historia, geología, física, química, podemos tratar matemáticas… conceptos a través de una dinámica activa y no abstracta.
¿No podría existir o surgir un taller para la cerámica al igual que existe un centro como la Escuela de Arte Pancho Lasso donde enseñan el uso de los telares, entre otras?
Me canso de decirlo y he estado abierto y dispuesto a esa idea. Es más, he estado años y años en el Consejo Escolar intentando de alguna forma… Yo cuando comencé en Tías lo hice trabajando el barro, porque en realidad la arcilla es la punta del iceberg. Después del modelado hay montón de cosas: cabezudos, muñecos de guiñol, etc, etc… El tema es que a ver a quién se le ocurre la brillante idea de montar la primera escuela de artesanía, ya sea tradicional o en general. Bueno, ya no se va a perder porque ahora hay una página web, los medios de comunicación, etc… y yo estoy enseñando, dando clase. Y con este homenaje voy a aprovechar para hablar y explicar lo verdaderamente importante y lo bonito de esto, estamos hablando de que yo ahora soy el último eslabón de una técnica, de arqueología viva. Yo estoy utilizando las herramientas que usó mi maestro, piedras gastadas por el uso, que usó el maestro de su maestro, generaciones y generaciones… Eso es lo verdaderamente importante. Yo no voy a pedir nada, creo que si pido es peor. Yo voy a sugerir, dar ideas. Y me siento un privilegiado porque he recibido ayuda directa e indirectamente. Directamente pues, por ejemplo, ahora me voy a la Feria Internacional de León, en Ponferrada, que de 55 ceramistas sólo tres son invitados. Nos montan un stand donde nosotros ponemos nuestro taller para que la gente vea un poco la muestra de nuestro trabajo. Pero yo no puedo costearme ni el traslado, ni el material… Entonces lo que hice fue hablar con el Gobierno de Canarias, que en este caso no pudo porque me lo dijeron así, claramente: “no tenemos dinero”. Y el Cabildo de Lanzarote sí me facilitó. He recibido alguna que otra subvención, no tantas como las que debiera, porque la verdad es que he pasado muchas miserias por ir contracorriente y defender esto. Y me ha costado más de la mitad de mi vida. Y pienso que deberían dedicarle un poco más o, a lo mejor, no subvenciones pero sí ventajas fiscales. Este es un trabajo muy laborioso y estamos mal vendiendo las piezas para sobrevivir, ten en cuenta que es un proceso muy largo. Ahora estamos viviendo al día, hasta que llegue un momento como el de ahora en el que podamos decir: mira, ya nos podemos dedicar a otro nivel de trabajo.
Con esa predisposición a dar clases, ¿No hechas de menos los talleres que impartías en Tías o Arrecife con todos esos niños?
Claro que los echo de menos y por supuesto que volvería a trabajar en eso. Siempre y cuando esto tuviera guardaespaldas. Por ejemplo ahora tengo un socio, amigo y alumno que sí, que por su humildad creo que tiene todas las premisas para continuar con la labor.
¿Aprendías tú de los niños?
Por supuesto. La mejor forma de aprender es enseñar. Enseñando aprendes porque de alguna forma te obligas a responder las preguntas que te hacen. Y claro, imagínate que una personita limpia, sin ningún tipo de escrúpulo, ni de prejuicios, ni de nada te hace cosas que dices tú “¡fantástico, que maravilla, que increíble!”. Y te los ves venir desde pequeñitos quien tiene más o menos potencial.
Y alguno de esos niños a los que tú enseñabas, ¿ha llegado a algo?
Esta es una pregunta que creo que quien tiene que contestarla son esos mismos niños, que ahora son hombres. Por ejemplo Luis Acuña, César Corujo… pero hay otro trabajo de trasfondo. Juan Ángel, Coque, Joaquín en Máguez…. En Tías en la época en la que estuve trabajando se hizo una infraestructura y un trabajo que no se vio al día siguiente, se está viendo ahora. Hay una población joven que participó de las actividades del departamento de cultura que no están ahora en la calle, que tienen su sueldo, su trabajo… Lo que pasa es que en la cerámica somos muy pocos, porque es más difícil y no se gana dinero con esto ni nunca se ha ganado dinero, ni siquiera las señoras de antes que trabajan hasta los domingos y se iba una sola a misa en representación de todas.
¿Qué significó “Medio siglo” para ti?
Llegar a una edad, replantearte tu vida, un “no aguanto ni una más, a nadie”. Significa un “ya está bien, ahora me toca a mí”. Ya no soy un niño aunque lo aparente y tenga un estilo de vida así, un poco infantil, tengo que aceptar que ya no tengo ni la juventud ni la fuerza de antes pero sí la sabiduría para utilizarla. Ya no pierdo el tiempo en esfuerzo. Ahora solo es utilizar estrategias para sobrevivir. Y en cuánto a la exposición que monté con ese nombre, pues fue una demostración de poder. De decir “señores yo no hago sólo cacharros”. Yo tengo un potencial creativo increíble porque pinto, modelo, esculpo… ¿Qué es lo que pasa? Que no tengo dinero para comprar pintura… Ahora mismo soy sostenible, sin gasto puedo crear obra y en un momento de crisis qué mejor. Y encima ni se pica, ni se pudre ni caduca. Todo lo contrario. Cuanto más tiempo pasa más valor adquiere. A la gente que me compra lo primero que le digo es: no te lo tomes como un gasto sino como una inversión. Esta obra tiene una firma y aunque sea una obra humilde y modesta, yo ahora mismo soy personaje histórico, guste o no. Tengo piezas en el Museo Histórico de Arrecife, eso va a estar ahí para siempre. A menos que caiga una bomba. Aunque no tenga el nombre o nada puesto, esa obra va a estar ahí. Todo el mundo lo va a ver pero nadie sabe quién lo hizo. Yo quiero estar aquí en la tierra y hablar contigo y con el otro… relacionarme con la gente de a pie. El problema, cuando te conviertes en un personaje público, es que te endiosan y «al final, las obras quedan la gente se van, otros que llegan la continuarán, la vida sigue igual”. Lo importante aquí es la cerámica, que la gente vaya al Museo Histórico y vean un referente histórico, que vean reproducciones y copias perfectas de cómo se hacía antes. Porque lo que se hace ahora es otra cosa. Que haya alguien que de alguna forma haga ese tipo de trabajos para museos pero no por la importancia que tenga la persona sino por la importancia de la cerámica, que yo solo tengo cincuenta y dos años y esta técnica de la cerámica tiene ocho mil, y sólo tres mil en Lanzarote. Y son dataciones radiocarbónicas de arqueólogos en Buenavista o en el Bebedero.
¿En qué proyecto estás trabajando?
Ahora estoy acabando “esto”, lo que es montar la feria de Ponferrada y la Feria de Los Dolores, después más y mejor. Pero a veces cuando hablas de estos proyectos se te va la energía por la boca. Hay un proyecto muy interesante, una especie de homenaje para alguien que para mí fue como un referente… pero ya hablaremos.
¿Qué significa para Aquilino Rodríguez Santana el homenaje que propone el cabildo en la XXVII Feria de Artesanía de Mancha Blanca?
Para mí lo más importante es poder difundir, voy a poder tener la oportunidad de contarle a todo el mundo mi pasión. De alguna forma me voy a quitar peso, puedo decir que he acabado con una parte de mi labor que es difundir una verdad histórica, cultural… El homenaje para mí no es un fin, es un medio, el fin es que todo el mundo conozca esto, poner en el lugar que se merece esta tradición y que continúe. Hicimos una asociación, Haria Society, y fuimos a Berlín, a la ITB, en el Hall del Turismo Ecológico, Medioambiental y Sostenible, que es difícil entrar ahí pero nos aceptaron, y en el escenario se los dije a todos: vine aquí a mostrar a todos una técnica en cerámica milenaria en peligro de extinción. Y eso es lo que yo quiero, que deje de estar en peligro y el homenaje es una oportunidad, mi vida se la he dedicado a esto porque me parece triste que mis hijas o nietos hereden algo que no sea esto.
¿Pero es necesario esperar a que se celebre una Feria de Artesanía para reconocer el trabajo que realizan los artesanos, para reconocerte por tu trabajo?
Ya. Y no es necesario sino obligatorio, y no a uno sino a dos o tres al año. Siempre y cuando sean artesanos. La artesanía contemporánea hoy en día tiene su historia, pero si estamos hablando de artesanía tradicional, por ejemplo Eulogio, se va él y se pierde; las rosetas, el palmito… La Administración tiene la obligación y el deber de proteger y apoyar esto porque, afortunada o desgraciadamente, vivimos del turismo y no viene sólo de sol y playa. Hay un turismo de calidad, que gasta dinero y que lo que quieren ver es esto, incluso participar, hacer una pieza en cerámica, plantar papas, dar una vuelta en camello, conocer la isla y no solo ir de discotecas. Y creo que es por donde tenemos que caminar. El turismo del todo incluído no deja nada y estamos tirando piedras sobre nuestro propio tejado.
Entonces, ¿crees que este reconocimiento va a cambiarte y a ayudarte en el futuro?
Ya me está cambiando. Había gente que no me saludaba y ahora me saludan. Y si antes era políticamente incorrecto, un “peluo”, un “matao”, ahora no soy tan matao, ahora sí, ahora soy alguien. Y menos mal.
¿Te esperabas el reconocimiento?
Este año no. El año pasado, el anterior y el anterior… sí le decía a todos que me iba a tocar a mí. Y este que ni pensé en él me ha tocado. Me pilló en el Cabildo, precisamente, fui a hablar de la invitación a la feria de Ponferrada.
Dicen que “la cabra que es de risco, al risco vuelve” ¿Qué tiene Haría de especial para atraer a un artista como tú?
Si la amarras en el llano, no vuelve. Yo de pequeño, mi padre me traía a visitar a mi abuela, me pasaba algunas vacaciones en Haría, meses. Y aparte de que es el espacio de Lanzarote más natural, que no está tan contaminado como el resto de los pueblos, no se si por la moratoria o qué, y que hay más verde, me trae muchos recuerdos: de pequeño dormía en un colchón de camisas de millo, oír los pájaros palmeros por la mañana que me despertaban, el ruido de la molina de Don Gabino, el olor a gofio… Eso son recuerdos que no olvidaré nunca. Cada vez que iba para Arrecife me ponía enfermo, lloraba y me dolían las rodillas. La única manera que había para quitarme el dolor era con paños calientes. Me llevaron al médico, a Las Palmas, me hicieron radiografías pero no tenía nada. Yo no quería vivir en Arrecife, aquí me encontraba un ambiente tan natural, tan salvaje, tan vital. Si yo tuviera que elegir el cielo, sería esto, lo que estoy viviendo.
En pocas palabras:
Un lugar: El Risco
Una comida: Cebollita en escabeche, eso se lo debo a mi padre
Un color: Verde
Un libro: La historia interminable
Una frase: No tiene quien más tiene sino quien menos necesita
Una película: Blade Runner
Un personaje: Leonardo Da Vinci
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