El actor catalán Jordi Sánchez, que triunfa con la serie “La que se avecina”, es uno de los cuatro actores protagonistas de la comedia “El trámite”. Sánchez, que en 2003 recibió el premio MAX de las Artes Escénicas como Mejor autor por ‘Kràmpack’, explica en esta entrevista cómo ha terminado involucrado en este enloquecido y divertido trámite en el que comparte cartel con Mingo Ruano, Aarón Gómez y Kike Pérez, a quien seguro que todos conocen ya.
Para Kike esta es su primera actuación dentro de una obra teatral. A sus espaldas, lleva a cuestas años de experiencia como cómico, brindándonos noches de humor con sus monólogos que han alcanzado escenarios de toda Canarias. Y estamos seguros que seguirá derrochando humor, aunque espera que algún día alguien le ofrezca un papel más serio e incluso dramático.
Jordi, ¿qué le resultó interesante de esta comedia cuando le propusieron formar parte de su elenco?
J. Lo que más fue que una iniciativa cien por cien canaria, con dirección, producción, autor y actores, contase conmigo para participar en un espectáculo suyo.
¿Hacía mucho tiempo que usted no se subía a un escenario para interpretar una obra?
J. Si, hace tiempo que no hago teatro. Me resulta físicamente imposible, ya que vivo en Barcelona y trabajo en Madrid. No se puede estar en dos sitios a la vez. Mis proyectos son seguir con ‘La que se avecina’, estrenar, en Junio, la película ‘Ahora o Nunca’, rodar una serie para TV3… y siempre seguir escribiendo. Ahora estrené ‘El Eunuco’ como autor, y ha comenzado la gira.
Kike, después de mucho tiempo como humorista interpretando monólogos, se sube al escenario para representar “El trámite”. ¿Cómo ha surgido esta historia?
K. La historia surge por una llamada del director de Acelera Producciones, Ayoset López, quién demostrando que está un poco más descerebrado que yo, me ofrece entrar en el proyecto, no es necesario decir que desde que me contó de qué iba y quién era el equipo, le colgué el teléfono inmediatamente, pero para contárselo a mi gente, feliz de la vida.
Sobre el escenario veremos a cuatro grandes humoristas. ¿Se puede trabajar con seriedad con unos compañeros como Aaron, Mingo o Jordi Sánchez? ¿Qué destacaría de Jordi Sánchez?
K. Digamos que es una seriedad divertida, por supuesto que trabajamos en clave de humor, pero todos tenemos algo en común, que nos tomamos la comedia muy en serio, ponemos todo de nuestra parte para que (entre risas por supuesto) salga lo mejor de cada uno. Todos son actores magníficos y diferentes, de los que estoy aprendiendo a pasos gigantes.
De Jordi destacaría quizás su parte menos visible para el gran público, su faceta como guionista en la que es un maestro, o su etapa en la televisión catalana. Es un placer trabajar con él, y que en Canarias lo puedan conocer lejos de la pantalla.
A Jordi Sánchez lo hemos visto interpretar muchos papeles de comedia. ¿Se siente usted más cómodo en este género o registro que en otros?
J. Yo no soy un actor de comedia. Soy un actor. Y me gusta hacerlo todo. Pero siempre te ofrecen lo que te vieron hacer en el montaje anterior. Y así voy, de comedia en comedia. Y tan contento…
el límite en el papel,
sino que la magia surge cuando interpretas
“El trámite” refleja una serie de situaciones cotidianas que, casi con total seguridad, el público habrá vivido alguna vez. Pero, ¿qué es lo que más destacaría de la obra? ¿Se trata de una crítica a los funcionarios/empleos públicos?
K. La obra simplemente pretende ser un espejo divertido, como esos que te hacen más gordo o más alto, pues en El Trámite igual, partimos de situaciones que son muy familiares para todos, pero las estrujamos y las llevamos al absurdo. No es una crítica a nadie, es una parodia, si hay algo de reclamo, es al sistema, a que por todo tengamos que pasar por un montón de burocracia, es un canto a la sencillez y a que también es posible otra visión de nuestro día a día, el funcionario no sale mal parado, al contrario, son parte maravillosa e indispensable de la obra.
Hablando de trámites… Nuestra existencia está llena de trámites. Parece que vivimos en un permanente estado de provisionalidad y que siempre hay que ‘dorarle’ la píldora a alguien para que nos ayude o facilite la posibilidad de solucionar un asunto… ¿Tiene esa sensación?
J. Bueno, la vida es un intercambio de favores. O debería serlo. Cuando “doramos la píldora” es que algo no funciona del todo bien. Pero es que siempre hay algo que no funciona del todo bien.
Kike, esta obra está dirigida por Mingo Ruano con un guión de Aarón Gómez, amigos con los que ya ha trabajado en otros espectáculos. ¿Qué nos puede contar de cada uno de ellos?
K. Son dos genios, de diferentes palos, a Mingo Ruano hay muy poco que se le escape de las artes escénicas, baila, canta, interpreta, dirige… y todo lo hace bien, y además es un currante nato. Aarón Gómez es un cúmulo de cosas lindas, tiene mil recursos para hacerte reír, escribe comedia de calidad con mucha facilidad, y a pesar de todo esto, lo que más le motiva es improvisar. Son dos fenómenos a los que tengo la suerte de poder tener a mi lado, y preguntarles muchas cosas..
Tengo entendido que usted y Aarón se consideran unos “destrozadores de guiones”. ¿Se puede “destrozar” una obra como esta? Porque imaginamos que la improvisación es mucho más limitada a diferencia de otros espectáculos donde le hemos visto anteriormente.
K. En una obra teatral tienes menos margen para improvisar, tenemos el pequeño hándicap de que, estamos acostumbrados a sancocharlo y comérnoslo nosotros solos, en obras como El Trámite tienes que seguir el guión, pero siempre en los ensayos algo le intentamos colar al “dire”, a ver si nos da el visto bueno. Somos de la idea que la comedia no puede tener el límite en el papel, sino que la magia surge cuando interpretas. Vamos con el guión aprendido, prometido.
Jordi, usted es guionista, actor, escritor, productor… ¿en qué papel se siente usted más cómodo o más reconfortado?
J. Ser productor no me gusta. Es por necesidad. Para sacar adelante mis proyectos. Escribir me encanta. Desde el principio de mi carrera lo he hecho. Y actuar es mi oficio. Por eso me gusta decir que soy un “actor que escribe”.
Firma junto a Pep Antón Gómez el guión de ‘El eunuco’, que algunos han definido como un vodevil pop. ¿El ejercicio de acometer este guión ha sido tal vez como una gratificante ‘parada y fonda’ entre el estrépito de tanta tele?
J. No, no, lo de “parada y fonda” es lo habitual. Seis meses en Madrid con la serie. Y seis meses en Barcelona con la escritura teatral. Llevo ocho años así. Trabajo con Pep Antón Gómez desde hace años. Siempre escribimos juntos. ‘El Eunuco’ ha sido un éxito y estamos encantados. La producción ya está de gira hasta Navidad. Tienen muchísimos bolos.
Le conocemos por ser un gran cómico pero, ¿tiene en mente algún personaje dramático? ¿Qué futuros proyectos tiene a la vista?
K. Quiero, me gustaría, sé que con esta cara, a los productores y directores le es muy difícil imaginarme haciendo drama, pero me gustaría investigarme, quiero saber hasta dónde puedo llegar. A la vista, tenemos otra producción teatral para otoño, seguir evolucionando con el show de PérezYGómez y siempre estamos cavilando hacer algo audiovisual (a ver si cogemos algo de dinerito y nos montamos algo decente)
Creo que Tele 5, tras emitir la séptima temporada de ‘La que se avecina’, graba ya el rodaje de la octava. ¿No se aburre del furibundo Recio, su alter ego televisivo?
J. ¿Cómo me voy a aburrir del Recio? Me sigo riendo como el primer día. Lo raro es que tanta gente te conozca y tú no les conozcas a ellos.
Nos vamos al inicio… ¿Cómo empieza Kike Pérez en el mundo de la interpretación?
K. Pues casi de broma, con el típico “no eres capaz”, subiéndome a los escenarios con más caradura que preparación. Poco a poco, sin darle mucha importancia la cosa evolucionó, fue siendo cada vez más rentable, conocí a gente del mundillo que me apoyó y animó a seguir, y mira aquí estoy, sin saber muy bien aún donde estoy metido…
Desde ese comienzo y hasta ahora imaginamos que no siempre habrá sido fácil. ¿Qué momento ha sido el más duro que ha tenido que afrontar?
K. El momento más duro es decidir que si no le dedicas todo tu tiempo a este trabajo no llegarás muy lejos, ese fue el paso más difícil. Porque para ello, primero tienes que pasarlas un poco canutas, yo dependía de trabajar, venía de un mundo totalmente diferente al del espectáculo, y en ese tránsito hasta que empiezas a cobrar de manera más o menos decente, hay un período un poco duro, pero ha valido la pena.
¿Qué opinión tiene usted sobre la televisión que se hace en España?
J. ¿La televisión que se hace en España? Pues depende. Pero nunca hubo tanta calidad.
Ha confesado en algunas ocasiones que la televisión le resta mucho tiempo para poder acometer otros proyectos. ¿Se siente atrapado por la serie, o acaso con la sensación de que está perdiendo la posibilidad de renovarse con otras propuestas?
J. No creo que el recio me prive de nada. Siempre puedes irte si piensas así. Nadie te obliga a ser “el Rancio”.
En Lanzarote ya tiene al público ganado pero, ya que “El trámite” va de burocracia… ¿Encuentra facilidad y apoyo en la isla, por parte de las instituciones, en aspectos culturales?
K. El apoyo que he encontrado está dentro de la normalidad, en algunos sitios mucho y muy bueno, y en otros lados nada, pero no tengo nada que reprochar a nadie. Cuando no se encuentra apoyo, a veces es normal, o por lo menos así quiero verlo yo. El desconocimiento, el poco trabajo de base, apostar a caballos ganadores, todo eso hace que en ocasiones, la gente de casa quede en un segundo plano. Pero yo reitero que estoy muy contento con el apoyo que he tenido por parte de las instituciones, y por parte del público, el doble.
Existen muchos grupos de teatro en la isla pero sus actuaciones, muchas veces, no consiguen llenarse de público o incluso va muy poca gente. ¿A qué cree que es debido?
K. Precisamente por lo que te contaba en la pregunta anterior, hay mucho desconocimiento, en la isla hay grupos teatrales de calidad, que hacen auténticos milagros para producir obras. Seguimos teniendo programadores y técnicos sin muchas ganas de investigar, todavía estamos con la idea de grandes carteles y grandes compañías, a lo mejor, si se cogiera alguito de ese dinero para apoyar a la producción propia, a la publicidad y distribución, seguro que conseguiríamos que la gente acudiese. Hemos tenido mucho tiempo también la cultura de todo gratis, y ha sido un error, pero creo que poco a poco la gente va comprendiendo que aquí se hacen cosas buenas, y tienen su precio.
¿Qué papel cree que juegan los medios como MassCultura en la difusión de eventos culturales?
K. Una labor encomiable, y no es hacer la pelota. Es fundamental que gente a la que le gusta la cultura, que entiende de cultura, se dediquen a la difusión y que peleen porque todos conozcamos qué se cuece por ahí. Hay que luchar contra el desconocimiento, y contra el “no me enteré” y ustedes lo hacen genial.
Jordi Sánchez sigue cosechando éxito como “El Recio”, en ‘La que se avecina’. ¿Qué le ha enseñado la televisión? ¿Cree que el estado de cabreo que se percibe en los ciudadanos españoles puede mitigarse con el humor?
J. La televisión me ha enseñado el oficio. A “parecer relajado” delante de una cámara se aprende, y a “estar realmente relajado” para hacer exactamente lo que tú quieres hacer, también. Antes la gente te decía “Me rio mucho contigo”, ahora te dice “ gracias por hacerme olvidar lo mal que me va todo por un rato”. La realidad ha cambiado y el papel del humor también.
En pocas palabras:
Jordi Sánchez
Un lugar: Menorca
Una comida: Caracoles o arroz
Un color: Naranja
Un libro: Cien años de soledad
Una frase: Hay personas que llevan la paz a donde van. Otras cuando se van.
Una película: Eva al desnudo
Un personaje: Miguel Ángel
Kike Pérez
Un lugar: Caleta de Famara
Una comida: Macarrones con tomate (los de mi madre)
Un color: Azul
Un libro: ¡Qué buen consejo! (Para gente con talento) de George Lois
Una frase: Si nada es para siempre, ¿por qué sigue existiendo esa palabra?
Una película: Man on fire
Un personaje: Freddy Mercury