El Cabildo de Lanzarote, a través de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social que dirige Marciano Acuña, y junto a la Asociación Asperger de Canarias (Aspercan), organiza las II Jornadas del Síndrome de Asperger, que se desarrollarán el viernes 17 de abril en sesión de tarde, en el salón de actos de la Institución. El encuentro busca mejorar la formación de las personas que tratan con estas personas o que simplemente quieran conocer más sobre el Asperger. La inauguración está prevista a las 16.00 horas por el consejero Marciano Acuña y el vocal de Aspercan en Lanzarote, Israel Betancort Martínez.
Las Jornadas, de carácter gratuito, tratarán de mejorar la respuesta en el ámbito educativo a los niños que presentan este trastorno. El plazo de matrícula concluye el 16 de abril y la inscripción se realiza a través del correo jornadasindromeasperger@gmail.
El síndrome de Asperger es una anomalía generalizada del desarrollo que se encuadra dentro del espectro autista y se caracteriza por un déficit en tres áreas nucleares: interacción social, lenguaje y comunicación e inflexibilidad cognitiva. Los déficit socio-emocionales se traducen en dificultades importantes en la vida cotidiana de la persona con Síndrome de Asperger para relacionarse con los demás, iniciar y mantener amistades, dificultad para comprender los estados emocionales propios y de las otras personas, problemas para comprender determinadas situaciones sociales, y una ausencia de la tendencia espontánea a compartir intereses, disfrutes y objetivos con otras personas.
Dificultades en el lenguaje
En cuanto a las dificultades en el lenguaje y la comunicación, se encuentran déficits en el mantenimiento de una conversación, interpretación literal del lenguaje, estilo de comunicación pedante y excesivamente formal, rígido, sin dobles sentidos, sin turnos de conversación, discursivo, monotemáticos, dificultades para realizar inferencias y juicios de valor, en definitiva, con una grave deficiencia en el uso semántico-pragmático, hacen de la comunicación una grave discapacidad social.
Asimismo, hay otras alteraciones pragmáticas como dificultad para establecer el contacto ocular con el interlocutor, expresiones faciales y posturas corporales no ajustadas al contexto, y alteraciones en el uso y comprensión de gestos reguladores de la interacción social.
Por último, en relación a la inflexibilidad cognitiva, la preocupación absorbente por uno o varios temas de intereses limitados y estereotipados, adhesión aparentemente a rutinas o rituales específicos no funcionales, estereotipias motoras, limitan la actividad y autonomía de estas personas. Además de su dificultad para planificar y programar actividades futuras, como su falta de organización temporal y la jerarquía en las actividades.
Aunque las personas con síndrome de Asperger con frecuencia tienen dificultades sociales, muchas tienen una inteligencia por encima del promedio y pueden sobresalir en campos como la programación informática y la ciencia.
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