El autor, del que la semana pasada se estrenaba también aquí ‘El jardín quemado’, y la protagonista de ‘Antidisturbios’ regresan al teatro grancanario con este texto sobre “la importancia de las palabras para construir lo que somos”
Las dos funciones previstas tendrán lugar sábado y domingo a las 19.30 horas
El Teatro Cuyás exhibe este fin de semana ‘El Golem’, de Juan Mayorga, tras el estreno, también aquí y hace solo una semana, de otra de sus obras, ‘El jardín quemado’.
‘El Golem’ es un proyecto del Centro Dramático Nacional (CDN) dirigido por otro grande de la escena española Alfredo Sanzol (Premio Nacional de Literatura Dramática y ganador de tres Premios Max) y protagonizado por una de las actrices del momento, Vicky Luengo (‘Antidisturbios’, ‘Principiantes’), Elena González y Elías González.
En la obra, la sanidad pública está a punto de colapsar y, como muchos otros pacientes, Ismael, que sufre una enfermedad rara, va a verse obligado a abandonar el hospital, han explicado durante la presentación Sanzol y Luengo, que han intervenido junto a la consejera de Cultura de Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, y el director artístico del Cuyás, Gonzalo Ubani.
Sin embargo, su esposa Felicia recibe de Salinas, una empleada del centro, una inesperada propuesta: Ismael conservará su cama y seguirá recibiendo tratamiento si ella memoriza un texto.
En principio, parece una tarea sencilla, pero, día a día, Felicia percibe que, conforme hace suyas las palabras del texto, algo en ella se va transformando. Una transformación a la que el público del Cuyás asistirá sábado y domingo a las 19.30 horas y para la que aún quedan entradas.
Las entradas para este espectáculo, del que puede verse un adelanto en https://youtu.be/FKHOqXjVPzY, están ya a la venta a través de los canales habituales del Cuyás: su taquilla, en la calle Viera y Clavijo de la capital grancanaria, y su página web, www.teatrocuyas.com.
Herencia de la pandemia
Mayorga había escrito ‘El Golem’ hace unos años, pero, en medio de tanta angustia y conmoción, algo ocurrió durante el confinamiento por la covid-19 y decidió reescribirla y a enviársela a Alfredo Sanzol, para quien “esta historia habla del poder que tienen las palabras para construir lo que somos”.
“En un momento de la historia en el que la capacidad de hacer circular las palabras se ha multiplicado de manera nunca antes conocida, también se ha multiplicado la capacidad de usar las palabras para mentir, destruir, deformar y manipular”, opina Sanzol, para quien “nunca como ahora habíamos sufrido el poder descontrolado de la palabra, y esta obra cuenta una historia que nos hace conscientes de algo que pasamos por alto: somos lo que decimos, somos lo que leemos, somos lo que aprendemos”.
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