“Espero que San Bartolomé rectifique a su concejal porque su declaración es toda una afrenta contra Yaiza y su gente”. Óscar Noda recuerda que “Yaiza, en defensa de Lanzarote entera, puso a disposición todos los estudios ambientales hechos en Playa Quemada y toda su experiencia jurídica contra las jaulas para que municipios hermanos no padezcan lo que seguimos sufriendo nosotros. La defensa del territorio no puede continuar siendo un asunto discrecional”
El alcalde de Yaiza, Óscar Noda, rechaza públicamente y con rotundidad las declaraciones “temerarias e insolidarias” vertidas por el concejal del municipio de San Bartolomé, Antonio Rocío, a un medio de comunicación en las que sugiere la implantación de nuevas jaulas marinas en la costa de Lanzarote, “desde Los Ajaches hacia el sur”, como alternativa a su instalación en el litoral de su municipio de San Bartolomé u otras zonas de costa como Arrecife y Tías, incluidas en la ordenación de la Zona de Interés Acuícola publicada el pasado 1 de marzo por el Gobierno de Canarias.
“Espero que el nuevo alcalde de San Bartolomé, Isidro Pérez, a quien le deseo éxitos en su gestión, rectifique a Antonio Rocío porque su declaración es toda un afrenta contra Yaiza, los marineros del sur de Lanzarote y todos nuestros vecinos y vecinas”, subraya Óscar Noda.
El mandatario sureño no entiende esta lucha sin unidad y por ello recuerda que “en marzo pasado reunimos a todas las cofradías de pescadores de Lanzarote para entregarles todos los estudios ambientales encargados en su momento por Yaiza así como nuestra experiencia jurídica en la lucha que mantenemos contra las jaulas autorizadas en Playa Quemada y las que se pretendían instalar en Playa Blanca. Así, en defensa de toda Lanzarote, demostramos nuestra solidaridad para que municipios hermanos no padezcan lo que seguimos sufriendo en nuestro municipio ante la pasividad del Área de Pesca del Gobierno de Canarias”.
Yaiza puso a disposición los informes técnicos “para que el sector pesquero insular y las instituciones públicas reforzaran la defensa de sus intereses, que son los intereses de toda nuestra Isla, así entendemos nosotros la política en Lanzarote, donde tristemente parece que la defensa del territorio es un asunto discrecional”.
Yaiza comparte la postura de la Cofradía de Playa Blanca y todos los colectivos del sector de la Isla que advierten que el poco trabajo que puede dar la acuicultura no compensa para nada la destrucción de cientos de puestos de trabajo en la pesca y el daño que causan las jaulas al medio ambiente y al sector turístico: “las jaulas se cargan el fondo marino y las especies del entorno”.
Sin noticias de Playa Quemada
Yaiza, y en concreto el pueblo costero de Playa Quemada, ha padecido las consecuencias de la acuicultura y el efecto que produce en sus costas. Lo que inicialmente, en 2001, iban a ser 10 jaulas flotantes para el cultivo de atún, se acabaron convirtiendo en 25 jaulas de 25 metros de diámetro cada una para el cultivo de lubina y dorada. Su instalación y cultivo en el año 2012 provocó que, casi que como efecto inmediato, en 2013, los vecinos de Playa Quemada notaran el impacto en sus aguas, que pasaron poco a poco a tomar un tono turbio, observando también la llegada a la costa de restos de aceites y piensos.
“La concesión de 20 años finalizó el pasado 2 de agosto y a pesar de que hemos enviado escritos al Gobierno de Canarias pidiendo a la Dirección General de Pesca que ejerza control estricto sobre la empresa responsable de las jaulas marinas para que retire las jaulas y realice las actuaciones dirigidas a la limpieza y recuperación del fondo marino afectado por la acumulación de sedimentos procedentes de dicha actividad, las jaulas se mantienen y aquí las instituciones de Lanzarote y los autoproclamados defensores del territorio, como que este asunto no va con nosotros”, apostilla el alcalde de Yaiza.
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