El “salto abismal” de la música clásica en Lanzarote: del vacío al “sold out”
Cuando en 2012 se creó la Orquesta Clásica de Lanzarote, su objetivo era cubrir un vacío que existía en la isla y acercar este género a los lanzaroteños. “Al principio la gente que acudía era muy poca, primero porque a lo mejor no había una tradición de escuchar y de ver música clásica, y segundo porque las pocas cosas que se organizaban igual no tenían la garantía de ser un buen concierto”, recuerda el presidente de la asociación, Roberto Fuentes.
Trece años después, si algo han demostrado es que hay público de sobra para acudir a estos eventos. La prueba más abrumadora son los seis Conciertos en Vela que han celebrado desde entonces, que han llegado a reunir a más de 4.000 personas en el Charco de San Ginés, pero también agotan entradas en sus ciclos de conciertos.
En poco más de una década, la música clásica se ha ido abriendo un hueco en la isla y hoy también ofrece una programación anual estable la Fundación Nino Díaz, creada en 2017. “En vez de pequeños ciclos, nosotros empezamos a tener una temporada todo el año, con diez conciertos anuales solo de música clásica”, destaca su fundador. A esto se suman otros proyectos, como el Festival de Ópera que crearon en 2022. “Tiene un éxito arrollador. Es increíble la afición que hay en Lanzarote a la ópera, las zarzuelas y los recitales líricos, para la poca oferta que ha habido históricamente”, subraya Nino Díaz.
Hace 13 años nació la Orquesta Clásica de Lanzarote para cubrir el vacío que existía en la isla y acercar este género a los lanzaroteños
El Festival ya ha cumplido su tercera edición y el pasado año trajo a la isla a la reconocida soprano Ainhoa Arteta, que ha actuado en algunas de las óperas más prestigiosas del mundo. Tras su actuación en el Teatro de Tías, Arteta hizo pública una carta de agradecimiento a la Fundación y al público que llenó la sala. “Gracias a iniciativas como ésta se demuestra que el fomento de la cultura y más concretamente de la lírica tiene respuesta del público, que asiste masivamente a la convocatoria”.

“Un éxito brutal”
La Fundación Nino Díaz incluye también en su programación el festival Tiempos Modernos, que combina cine con música en directo, y también conciertos de música clásica por los barrios de la capital. “Los acompañamos de un actor o una actriz para hacerlo más ameno y están teniendo un éxito brutal. Se están llenando los centros cívicos de los barrios, donde normalmente no llegan las actividades”, destaca.
Además, a la oferta de música clásica en la isla se suma Camel House, un rincón cargado de magia en la localidad de Mácher. Allí, en un antiguo establo para camellos, habilitó una sala de conciertos Sir Ernest Hall, un hombre de negocios inglés, apasionado pianista y compositor. Su aventura comenzó en 2010, uniendo arte y música clásica, pero con el tiempo los eventos se hicieron menos frecuentes. En 2022, dos años antes de fallecer, cedió el testigo a Danielle Baumgartner y Roland Urech, que desde entonces ofrecen una agenda de conciertos estable durante todo el año, que consigue congregar en Mácher a los amantes de la música clásica.
La Fundación Nino Díaz también ofrece desde 2017 una programación estable de música clásica en la isla, incluyendo además el Festival de Ópera
“Para amar algo tienes que conocerlo y cuanto más lo conoces, más lo puedes amar. Pasa con las personas pero también con la música”, insiste Nino Díaz. “No digo que todo el mundo tenga que estar escuchando música clásica todo el día, pero sí la deberían conocer. Te va a dar más riqueza cultural y te va a ayudar a tener una visión más amplia del mundo, porque no todo es reguetón”.
A falta de una orquesta
Para Roberto Fuentes, el cambio en la última década “ha sido abismal”, tanto en la cantidad y la calidad de la oferta cultural de este género en la isla y en la asistencia de público, como en el nivel de los propios artistas, porque “están saliendo nuevos músicos muy buenos y muy preparados”. Sin embargo, lamenta que siguen sin ver cumplido el primer reto que se marcaron en su día: que la isla tuviera una orquesta de cámara propia.
Pese a su nombre, la Orquesta Clásica de Lanzarote no cuenta con una. Cuando se fundó la asociación intentaron crear “un núcleo, una base de orquesta de cámara con siete u ocho personas”, pero su presidente lamenta que “eso nunca se pudo llevar a cabo”, porque requería de un apoyo de la administración que no llegó. Por eso siguieron trabajando por proyectos, reuniendo a músicos para cada concierto, y también trayendo a la isla a artistas nacionales e internacionales.
Fuentes celebra que esto ha permitido tener una agenda de calidad y a precios accesibles, con artistas que “han venido a la isla rebajando sus cachés enormemente”, pero sigue pensando que Lanzarote “necesita algo más estable”. “Nosotros llevamos ahí 13 años intentando aportar nuestro granito de arena y eso es lo que esperamos: que se haga realidad y que la isla cuente con una orquesta de cámara, como tienen Tenerife, Gran Canaria o la isla de Madeira, pero es imposible si no hay financiación de alguna institución”.
Lanzarote Ensemble
Para la Orquesta Clásica de Lanzarote, la sorpresa llegó en diciembre de 2018, cuando el Cabildo anunció la creación de la primera orquesta pública de la isla, bajo el nombre de Lanzarote Ensemble, pero sin contar con ellos. “La verdad es que no fue nada agradable en su momento”, recuerda Roberto Fuentes, que prefiere no revivir la polémica que se desató entonces. “Nosotros apoyamos la creación de nuevas entidades y nuevas orquestas, evidentemente, pero lo que no queríamos era que lo hicieran como lo hicieron, a espaldas de la Orquesta Clásica de Lanzarote”.
Hoy, afirma que “todo eso quedó atrás y que hay cabida para todo”, pero insiste en que Lanzarote sigue sin contar con una orquesta de cámara propia y pública, pese al anuncio que hizo entonces el Cabildo: “Lanzarote Esemble suele hacer un concierto al año, pero no es una orquesta residente o continua”. El próximo será el sábado 22 de noviembre, a las 20 horas, en el Teatro Víctor Fernández Gopar “El Salinero”, donde presentarán la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák.
“Lo que se necesita es un grupo de músicos profesionales que puedan ofrecer un calendario de actuaciones durante todo el año, porque tenemos músicos muy buenos de Lanzarote, pero no pueden estar aquí porque no hay orquesta”, insiste Fuentes. También Nino Díaz sostiene que sigue existiendo ese vacío y defiende que “sería totalmente factible”. Incluso plantea que podría formarse una orquesta conjunta con Fuerteventura, con el apoyo de los dos cabildos o incluso del Gobierno de Canarias. “No es ningún disparate ni sería un derroche de dinero. Se gasta mucho más en fiestas de lo que costaría tener una orquesta sinfónica”.
Reivindicaciones
A esta se suma otra reivindicación del sector: se necesitan más salas, especialmente en la capital. “El Ayuntamiento de Arrecife no tiene ningún teatro a su nombre, el único que hay es el que tiene el Cabildo”, apunta Fuentes. Díaz añade que ese teatro está “saturado” de programación, tanto con la propia de la Corporación insular como con producciones que vienen de fuera, por lo que es muy difícil conseguir un hueco.
Además, incluso ahí el aforo -de 500 localidades- es demasiado reducido para las necesidades actuales. “No puedes traer artistas con grandes cachés porque te arruinas, y tampoco puedes vender las entradas a 200 euros para cubrir gastos”, subraya. En su opinión, se requeriría una sala que pueda acoger conciertos para más de mil personas, pero la realidad es que la mayoría de las veces deben adaptarse a salas que ni siquiera estaban pensadas originalmente para eso.
“Estamos haciendo conciertos en espacios poco aconsejables. Muchas de las salas son simplemente lugares que estaban para otra cosa y que se acondicionan de cualquier manera”, apunta. Ahora espera que se haga realidad el nuevo teatro anunciado por el Ayuntamiento de Arrecife, pero defiende que lo que necesita la isla es el auditorio que las instituciones llevan décadas prometiendo.
“Es la única isla que se ha quedado descolgada del mundo en el que vivimos, pese a que es una isla tan potente turísticamente y la tercera isla en población de Canarias”, cuestiona Díaz. “Fuerteventura, por ejemplo, tiene un maravilloso centro de congreso, tienen auditorio”, añade Fuentes. En el caso de la Orquesta Clásica, muchas veces optan por ofrecer conciertos al aire libre, aunque eso también perjudica la acústica, y tiene las limitaciones climatológicas, especialmente al caer la noche.
En cualquier caso, Nino Díaz celebra lo que se ha avanzado en estos años y confía en que la música clásica en la isla tiene “un futuro prometedor”, pese a que “todas las iniciativas están viniendo del sector privado”, de asociaciones y fundaciones como la suya. “A mí no me va a parar nadie y si tengo que montar una tienda de campaña por ahí para hacer un concierto, la montamos”.

Perfil del público
En cuanto al respaldo institucional, Roberto Fuentes afirma que la OCL no recibe actualmente subvenciones directas, pero sí apoyo económico para los proyectos que presentan. Esa financiación viene muchas veces de las áreas de Turismo, aunque él defiende que este tipo de conciertos no solo son buenos para los turistas, sino también para los residentes, porque “como sociedad nos van a enriquecer”: “Tenemos que pensar que es bueno también para nosotros”.
De hecho, insiste en cómo ha ido creciendo la cantidad de público, y destaca también el interés que muestra: “En el último ciclo que hicimos este verano, de Conversaciones Musicales, incluso a los músicos que vinieron les sorprendió el respeto y las ganas de recibir información que tenían los asistentes”.
Camel House, un antiguo establo para camellos en Mácher, es hoy una de las salas más singulares de la isla
Por su parte, Nino Díaz explica que aunque algunos de sus eventos se llenan con lanzaroteños, en los conciertos de lírica predominan los extranjeros residentes en la isla, sobre todo ingleses y alemanes. Actualmente rondan el 60%, pero destaca que “hace unos años estaba en el 94%”, por lo que se está notando ese incremento del público local. “Poco a poco van cambiando las cosas”.
En cuanto a la edad, desde la Orquesta Clásica de Lanzarote estiman que la media de los asistentes a sus conciertos está entre los 40 y los 70 años, y que predominan las mujeres. “También van jóvenes, pero menos”, aclara Fuentes. Donde sí tiene claro que ya existe ese relevo generacional es en los músicos: “Hay gente joven con muchas aptitudes. El salto ha sido bastante evidente no solo ya en las orquestas o en la música clásica, sino hasta en los grupos folclóricos. La gente que está ahora está muy preparada musicalmente, y eso se nota”.

El Concierto en Vela se cae este año del calendario
El Charco de San Ginés no se llenará este año de velas ni de música clásica. El evento más multitudinario de este género en la isla, que en anteriores ediciones llegó a reunir a más de 4.000 personas, faltará este año a su cita en Arrecife, porque el Ayuntamiento no ha abonado aún la cantidad que comprometió para la edición anterior.
“Es una pena, porque la gente siempre lo espera”, lamenta el presidente de la Orquesta Clásica de Lanzarote, Roberto Fuentes, que empezó a organizar el Concierto en Vela en el año 2014. Tras cuatro ediciones consecutivas, en 2018 sufrió un parón. “Ocurrió lo mismo, que no pagaban la factura”, recuerda Fuentes.
El actual grupo de gobierno anunció en 2023 la recuperación de este evento para la capital, pero tras dos ediciones que volvieron a ser un éxito, este mes de noviembre faltará otra vez a su cita. “A ver si el año que viene”, confía el presidente de la OCL.
Fuentes defiende que “el Concierto en Vela es algo extraordinario”, porque entre las miles de personas que acuden hay seguidores de la música clásica, pero también otros que “no lo son tanto”, por lo que se convierte en una oportunidad para acercar este género a un público más amplio. “Es un espectáculo. Es al aire libre y no solamente vas a escuchar música, tiene muchos aditivos que lo hacen interesante”.
Su intención era haberlo celebrado este 1 de noviembre, pero desde hace tiempo ya lo tenían descartado, porque el Ayuntamiento -que es el principal financiador a través de la Concejalía de Turismo- no había contactado con ellos para organizarlo, ni había cumplido aún con el pago de la edición anterior. “El Concierto en Vela lleva un trabajo previo por lo menos de seis meses. Es un esfuerzo titánico”, subraya.
Respecto al dinero que sí destinan las administraciones, y en particular el Ayuntamiento de Arrecife, a otro tipo de conciertos y eventos, Fuentes cree que “hay cabida para todo”, pero pide un trato más equitativo: “Es verdad que a veces nos toca bailar con la más fea. Aquí la música clásica siempre se ha visto como un arte menor, y no sé por qué, porque en Lanzarote tiene muchos seguidores”.
Revista Mensual de Ocio y Cultura de Lanzarote –noviembre – 169

