De la revista al cómic book (1975-1999)De la revista al cómic book (1975-1999)
Entrevista a Antoni Guiral: “Somos hijos de nuestro tiempo, la censura nos marcó tanto cuando existió como cuando desapareció”
Por Noé Ramón
Antoni Guiral, guionista y estudioso del cómic, es el autor del capítulo dedicado al período 1975-1999 en el libro Historia de los Cómics en España, editado por Tebeosfera. Una etapa marcada por el fin de la censura franquista, la explosión del underground barcelonés, el auge del cómic para adultos y la irrupción del manga.
Del franquismo a la libertad creativa
El libro, publicado originalmente en Francia, coincidió con unas jornadas celebradas en París sobre el cómic español. Guiral fue el encargado de narrar este período por haberlo vivido en primera persona: “Entré en la industria del cómic en 1984, así que soy parte de esa historia”.
Su enfoque se centró en explicar el contexto histórico a un público extranjero: “No puedes dar por sentadas muchas cosas. Era fundamental explicar el entorno social y político para que se entendiera el desarrollo del tebeo”.
El impacto del final de la censura
“La democracia en 1978 permitió una explosión de libertad. La historieta estaba estancada y muchos autores trabajaban para editoriales extranjeras”, afirma Guiral. Fue entonces cuando emergió el boom del cómic para adultos, con publicaciones como El Víbora y editoriales como La Cúpula.
El underground: una explosión de creatividad
“El underground fue una explosión brutal de una gran variedad de autores que pudieron desarrollar sus propias obras”, destaca. Surgieron revistas como El Rrollo Enmascarado, Makoki o El Víbora, dando paso a una nueva generación de artistas.
Revistas satíricas y censura
Guiral señala el surgimiento de revistas como El Papus y El Jueves como parte de esta ola de libertad creativa: “El humor para adultos se consolidó y fue muy significativo. Revistas como estas llegaron a vender hasta cincuenta mil ejemplares”.
Sin embargo, no todo fue fácil: “El Papus coleccionó multas, juicios y hasta un atentado con bomba que causó una muerte. La censura previa no desapareció hasta 1977, y eso marcó profundamente la historieta”.
Monarquía y libertad de expresión
“El Jueves tuvo encontronazos con la monarquía incluso con la democracia instaurada. El humor debe ser libre y campa a sus anchas. No todo me hace gracia, pero jamás lo prohibiría”, asegura. Para Guiral, la sátira política es esencial en una sociedad democrática
Del cómic satírico al social
La llegada de la libertad y la democracia marcó la diferencia con etapas anteriores. Guiral recuerda también la aportación de grupos como Butifarra, que hicieron historieta social y didáctica en los barrios de Barcelona.
Barcelona, epicentro del underground
“El underground comenzó en Barcelona en 1973 y tardó más en llegar a Madrid, aunque allí también hubo propuestas interesantes gracias a la movida madrileña”, explica. Revistas como Star y Vibraciones también acogieron el cómic como expresión natural.
El fenómeno El Jueves
Para Guiral, El Jueves es un caso único: “Surgió en 1977 y llegó a vender cientos de miles de ejemplares. Fue la única que sobrevivió de esa época y, aunque cambió con el tiempo y diferentes propietarios, sigue publicándose”.
El cómic de terror
Durante los años 70, el auge del cine de terror influyó directamente en el cómic: “Hubo un boom en España, Italia y Alemania, con muchas coproducciones. Se publicaron cosas muy interesantes en este género”.
Aparición del Salón del Cómic y las librerías especializadas
El Salón del Cómic de Barcelona nació en 1981 como escaparate de la industria creciente. Las librerías especializadas también fueron clave: “Aparecieron a principios de los 80 y permitieron la difusión de fanzines y revistas autopublicadas”.
Auge del fanzine y nuevas generaciones
Guiral recuerda títulos como Zero y autores emergentes como Toni Garcés, Eduard Bosch, Mike Ratera o Miguelanxo Prado, “una generación que surgió gracias a estas nuevas plataformas de difusión”.
La caída de Bruguera
Una de las noticias más trágicas fue la quiebra de Bruguera en 1983: “Fue una mala gestión. Ibáñez se marchó en 1985 y Escobar un año después. Se produjo una debacle en el cómic de humor”.
El destape y el cómic erótico
“La libertad permitió abordar sin tabúes el cómic erótico, para adultos y hasta pornográfico. Fue una expresión natural de la libertad creativa que surgió con la democracia”, señala Guiral.
El cómic book y el lector adulto
El formato cómic book llega en 1982 gracias a Cómic Fórum, tras el intento anterior de Vértice con material de Marvel. “Permitió obras más baratas y con contenidos adultos. Hoy, ese lector más crítico y adulto sigue siendo el objetivo”.
Legado del período 1975-1999
Guiral resume el legado de esta etapa:
“El cómic book abre la puerta a un lector más adulto. Hoy, muchas historias se conciben pensando en adaptarlas al cine, pero el cambio clave fue la libertad de expresión y la apertura a nuevos géneros y públicos”.