La maestra y escritora Pilar Ramos presenta el libro ‘Irina y Gara, mi ciudad y Don Benito’, una novela contada por jóvenes y dirigida a todas las edades para rendir homenaje al genial escritor en el centenario de su muerte e incentivar a su lectura. “Con este libro me vi en la necesidad de poner en valor a Pérez Galdós y resarcirme de la pena de no haberlo conocido antes, de tener los prejuicios que mayoritariamente tenemos los canarios con él y que son mentira”, explica la autora.
Y entre esos prejuicios está el de que Galdós renegó de su tierra y que se limpió los zapatos de arena antes de marcharse de Canarias, cuando no es verdad, recuerda Ramos. Por eso Irina, la joven protagonista del libro, descubre que no hay que dejarse llevar por lo que digan los demás, sino que hay que buscar información para poner las cosas en su sitio, explica Ramos, que presenta este libro el día 17 de junio en la Casa-Museo del escritor.
“La conclusión a la que llegan las jóvenes de este libro es que Galdós no habla mucho de Canarias en sus novelas, pero haya hablado o no, es nuestro y hay que defenderlo, leerlo y ponerlo en valor”, subraya Ramos.
Irina y Gara, que dan nombre a este libro, son dos adolescentes. “La primera es una joven actual, muy ‘fashion’ y solidaria, que va con la bandera de la justicia en la mano y que está inspirada en mi sobrina Irina; mientras que Gara es una niña indígena del pasado que le ayuda y es como la voz interior de Irina”, detalla la autora.
La historia que relata ‘Irina y Gara, mi ciudad y Don Benito’, editado por Canarias Ebook, arranca por una tarea que tienen que realizar en el instituto. Para ello, Irina comienza a buscar información para hacer justicia con Galdós y escogerlo para el trabajo, sin embargo, se encuentra con la reticencia del resto de compañeros porque “ese hombre no quería a Canarias”, narra Ramos. Aún así, sigue adelante y se propone investigar no solo con la ayuda de Gara, sino también con la de otro personaje, Manuela, que es en realidad Galdós, porque es la típica niña que no atendía en clase y que estaba todo el día dibujando, explica.
Ramos detalla que Don Benito le dice a la protagonista: “Leed Irina, leed, mientras más leas menos te engañarán y más libre serás”. Y ese el objetivo, buscar información, recorrer la ciudad donde nació, visitar su Casa-Museo, ir al archivo y leer las cartas de León y Castillo”, agrega.
Comerse a besos a Galdós
La autora reconoce que tuvo que leer mucha información sobre Galdós para embarcarse en la aventura de escribir este libro. Empaparse, por ejemplo, de lo que escribieron sobre él sus estudiosos, como es el caso de Yolanda Arencibia, directora de la Cátedra Pérez Galdós.
Después de leer información y varios de sus libros asegura que “en lugar de ponerme triste por no haberlo conocido antes, me alegro de haberlo hecho, y eso es lo que pretendo, que se conozca a edades más tempranas y no cuando tienes más de 50 años como yo. Ahora me como a besos a Galdós”, reconoce.
Ramos no entiende cómo no se les enseña a los jóvenes quién es este escritor, uno de los mejores de Europa y del mundo, y para más inri, canario. Y por ello incluso llega a bromear en el libro cuando al hablar de Galdós los estudiantes dicen que es una calle o un instituto. Por eso, al descifrar y buscar información, las protagonistas harán que se haga justicia con él, detalla.
“Cuando comenzaron los actos por el centenario empecé a leer sobre Galdós y me dije: cómo es posible que yo, que leo un montón, no haya cogido a este escritor. Había leído algunas obras, pero no sé si era el subconsciente colectivo, que no me interesaron”, explica.
“Gracias al centenario de su muerte se han hecho cosas maravillosas que han servido para conocer más a nuestro Don Benito y a amarlo, que es lo que me pasa a mí ahora”, afirma, y por eso aboga por poner a investigar a los jóvenes, como puso a investigar a los dos personajes del libro, para que sepan que no se ha sacudido nadie el polvo de los zapatos, porque ese hecho no tiene nada que ver con Galdós.
“Investigar es la mejor manera que tienen los chiquillos para empezar a gustarle. Primero hay que conocerlo, para luego leerlo y después amarlo”, explica y se cuestiona cómo es posible que en asignaturas como Literatura conozcan a otros autores o lean varios libros y que no lean a Pérez Galdós. “Es nuestro, así que tenemos que empezar desde pequeñitos a que sepan dónde vivió y oírlo nombrar”, insiste.
De hecho, tras varios meses en las librerías, ya hay varios centros educativos de Gran Canaria que van a incorporar este libro para que lo lean alumnos de 6º de Primaria y también de la ESO, explica Ramos.
“En el libro utilizo el lenguaje que hablan los niños hoy en día, pero no es un libro juvenil, sino de protagonistas jóvenes. Lo que pretendo es darle herramientas a los jóvenes, y también a los adultos, para decirles que existe, porque si sabes que existe, lo pones en valor, le empiezas a tener cariño y puede que se te despierte la curiosidad, pero si no lo conoces de nada, te pasa lo que me pasó a mí”, lamenta.
Dos libros publicados de Irina y Gara
Además de ‘Irina y Gara, mi ciudad y Don Benito’, la autora publicó el pasado año ‘Irina y Gara, una aventura confinada’, que trata sobre las epidemias que asolaron a Canarias y en la que también se habla de Galdós y de los confinamientos que tuvo que padecer cuando era niño.
Y hay un tercer libro con estas dos protagonistas, pendiente de publicarse, que sería la precuela, orientado a rescatar la historia de Canarias, y es en dónde explica que Gara es una persona interior que ayuda a Irina y le enseña el pasado de Canarias, para seguir después por las epidemias y por Pérez Galdós.
Pilar Ramos lleva 35 años como profesora en el colegio Marpe de Las Palmas de Gran Canaria y reconoce que siempre se ha apoyado en lo que escribe para dar sus clases de Geografía e Historia en el primer ciclo de la ESO. En 2007 publicó el libro-disco ‘El secreto de las cartas de piedra y otros cuentos desde Artenara’, con música de su hermano, el timplista fallecido José Antonio Ramos, y de su marido, Pepe Montelongo. Y ese trabajo surgió también por la necesidad de enseñar a los jóvenes sobre la historia de Canarias.
“Como ha sucedido con Galdós, lo mismo pasa con la historia de las islas, porque la mayoría de jóvenes no tienen ni idea. Saben más de Egipto que de los aborígenes canarios”, lamenta Ramos.
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