Un total de 7.147 personas vieron en el Teatro Cuyás el espectáculo de la compañía grancanaria Clapso ‘La ratonera’, que se convierte así en uno de los mayores éxitos de la temporada del recinto de Viera y Clavijo.
De las ocho funciones programadas entre el 4 y el 14 de mayo, solo una –la primera- no colgó el cartel de “todo vendido” y, aun así, aquel primer pase obtuvo una ocupación del 80 por ciento, con 737 espectadores, lo que pone de manifiesto su gran aceptación entre el público de la isla.
A lo largo de estas dos semanas, ‘La ratonera’ fue además uno de los espectáculos más demandados de toda España, según el portal de venta on-line Entradas.com, que lo situó entre los cinco más vendidos del país, solo por detrás de los musicales ‘El rey león’ y ‘Mamma mía’, de un gran evento deportivo (el Open de Tenis de Madrid) y del Festival de Teatro Clásico de Mérida.
Coincidiendo con su presentación en Londres hace 65 años, ‘La ratonera’, que se estrenó el pasado día 4 en el Teatro Cuyás con el patrocinio de Guaguas Municipales, se traslada ahora a Expomeloneras (20 de mayo) y Tenerife (3 y 4 de junio).
Elenco y argumento. A las órdenes de Israel Reyes, en la obra actúan Lili Quintana (muy conocida por el gran público por su papel de Chona en el programa de Televisión Canaria ‘En clave de ja’), Mari Carmen Sánchez, que recientemente ha dado el salto a la televisión nacional participando en series como ‘El tiempo entre costuras’ o ‘El secreto de Puente Viejo’, Maykol Hernández o Mingo Ruano. El elenco lo completan Víctor Formoso, Naira Gómez, José Luis de Madariaga y Lamberto Guerra.
La trama gira en torno a la una pareja interpretada por Hernández y Quintana: Giles Ralston, de carácter un tanto irascible, y su mujer Mollie, que tras heredar una mansión (Monkswell Manor) deciden convertirla en casa de huéspedes.
En una fría noche, llega hasta allí un grupo de extraños clientes: el excéntrico Christopher Wern, la temperamental Señora Boyle, el ya retirado Coronel Metcalf, una ordinaria Señorita Casewell, el misterioso extranjero Paravicini y el Sargento Trotter, que investiga un crimen supuestamente cometido por uno de ellos y cuya autoría deberá averiguar con la inestimable complicidad del público asistente.
La escenografía de Ana Garay y el vestuario de Unai Tellería y Lucas Balboa cobran especial importancia en este espectáculo, en el que María de Vigo López ejerce de ayudante de dirección y Germán Arias se encarga de la ambientación musical.
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