Un total de 114.000 vehículos en activo integra el parque móvil de la isla de Lanzarote en 2016, 20.000 más que hace una década. Esta realidad contrasta con un marco normativo que desde hace años busca, tanto en el ámbito regional como en el insular, la reducción del tráfico en los núcleos urbanos del archipiélago.
Así lo puso de manifiesto en su intervención en las I Jornadas de Movilidad la responsable del área de Transportes del Cabildo de Lanzarote, Begoña Pérez, para quien el aumento de coches “pone en riesgo la viabilidad de Lanzarote como Reserva de Biosfera”.
Pérez recordó que en el año 2012, la primera Corporación y los siete ayuntamientos firmaron un convenio en materia de movilidad sostenible, dotado de un Observatorio de la movilidad insular, que sigue a la espera de su materialización.
Motivo para el optimismo es, a su juicio, el incremento paulatino del uso del transporte público interinsular, que alcanzará los cuatro millones de pasajeros este año. “La línea Costa Teguise-Arrecife-Puerto del Carmen soporta en la actualidad el 45% del pasaje total, entre visitantes y trabajadores”, señaló.
También se refirió a la exigencia legal de que los planes de ordenación urbana de los municipios incorporen informes de movilidad, “lo que sin duda redundará en diagnósticos y propuestas vinculadas a las nuevas alternativas para el desplazamiento de las personas”.
Arrecife, su historia urbanística
Aceras estrechas o intransitables, prevalencia del coche frente al peatón en el diseño urbano, ausencia de facilidades para el transporte público… Arrecife fue construida como centro comercial y administrativo, destinado a albergar los vehículos privados del cincuenta por ciento de la población de la isla, residente en el municipio, y del resto, obligado a realizar las principales gestiones cotidianas en su centro urbano.
Analizar caso por caso y barrio por barrio para responder desde el urbanismo a cada situación concreta; recuperar los espacios públicos y ampliar las aceras para los peatones… Estas son las principales recomendaciones del responsable del departamento de Movilidad del Ayuntamiento de Arrecife, Martín Robayna.
En su intervención, el técnico recordó la evolución de la ciudad desde su nacimiento como puerto a la actualidad, convertida en capital de Lanzarote y defendió aprovechar la experiencia de otras ciudades y seguir con la promoción de los carriles ciclistas “que hasta la fecha se limitan a las zonas costeras”.
Dar cabida a modos de transporte alternativo como los patinetes eléctricos, crear bolsas de estacionamiento disuasorio fuera del centro y culminar el Plan de movilidad urbana sostenible con la colaboración del Cabildo son otros de los objetivos planteados a medio plazo, según indicó.
La concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Arrecife, Inodelvia Torres, defendió impulsar la nueva movilidad sostenible, “que es aquella que sitúa a las personas y a su entorno en el centro de la acción y de la preocupación del urbanismo”.
“Estas prácticas, estas decisiones políticas, pueden y deben extrapolarse de unos espacios a otros, de las grandes ciudades a los pueblos pequeños, de comunidades más avanzadas a otras en periodo de maduración. Porque, al fin y al cabo, el bienestar al que aspiramos, la salud, la seguridad, la limpieza, la tranquilidad, son objetivo de todas las sociedades”.
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