Ricardo Reguera Ramírez

Profesor, comisario, investigador y experto en indumentarias tradicionales de Lanzarote y Fuerteventura

“Las agrupaciones folclóricas deben abanderar la conservación de las indumentarias”

“Los paralelismos entre Lanzarote y Fuerteventura son enormes”

Ricardo Reguera Ramírez (Arrecife, 1963), nacido y criado en el centro de la capital, bebió mucho del contacto cercano con agrupaciones folclóricas nacidas bajo el entusiasmo y frenesí de la juventud. 

Desde muy pequeño se sintió tocado por todo lo relativo a la cultura popular y tan pronto como salió a estudiar a Tenerife y pudo comparar lo vivido en su tierra de niño con la consideración, estima y el alto grado de conocimiento que allí le tenían, se movió para descubrir y poner en valor uno de los símbolos de identidad más representativos de la etnografía, como es la indumentaria tradicional de Lanzarote.

Han sido muchos años de investigación, reuniendo información muy heterogénea desde diversos ámbitos, contrastando testimonios, datos y documentos históricos con los recogidos a través de entrevistas y trabajos de campo y, por extensión, desentrañando leyendas de cualquier clase.

Con el objetivo de perpetuar las tradiciones, su arduo y exhaustivo trabajo ya está recogido en dos publicaciones, “Las indumentarias de Lanzarote” y “Las indumentarias tradicionales de Fuerteventura”, de carácter monográfico contemplando todos los métodos de investigación empleados, bibliografía, citas, fotografías antiguas, patrones, narraciones, datos históricos y todo un arsenal, que permanecía en el olvido, y que ahora ya encuentran su sitio como un bien cultural que merece ser secundado y respetado. 

Ahora se embarca en otro proyecto junto a la A.F. Malpaís de La Corona y presenta la exposición “Vestir la ropa blanca: una mirada al interior”, para rescatar, apreciar y poner en valor nuestros orígenes. 

Esther G. Alonso

¿A qué le atribuye usted esta vocación suya por la etnología y por las vestimentas tradicionales en especial? 

Pues creo que fue algo innato. Desde que era pequeño, siempre me ha interesado mucho todo lo que tiene que ver con la cultura canaria, con las tradiciones canarias. Pero, de todas formas, me gusta recalcar que, aunque me gusta mucho mi cultura, no me cierro solamente a ella, es decir, dentro del amplio espectro cultural, tradicional, que diferencia a cada país, yo me intereso por el mío, pero no me cierro a otros valores.

¿Qué recuerdos tiene usted de su niñez?

De pequeño vivía en la calle Canalejas y tengo muchos recuerdos de aquella época. Tendría unos seis o siete años y me acuerdo mucho de las rondallas que ensayaban en el Instituto Agustín Espinosa (que estaba muy cerca de casa). Eran los primeros grupos que yo escuchaba cantar y veía bailar y fue un impacto para mí. También me cuenta mi familia que mi abuela, cuando yo era muy pequeño, ya me cogía de la mano para bailar y cantar juntos… buenos y muy gratos recuerdos.

De hecho, este interés suyo fue de tal calibre que ha conseguido plasmar estos estudios en dos grandes obras bibliográficas: “Las indumentarias de Lanzarote” y “Las indumentarias tradicionales de Fuerteventura… ¿cómo ha sido esta labor? 

Pues el documentario ese me llevó muchísimo tiempo, unos doce años de investigación y después otros tantos para publicarlos. El libro de Fuerteventura fue un trabajo bastante más corto, unos dos años aproximadamente. La verdad es que los dos trabajos los desempeñé con muchísimo entusiasmo. Fue un proceso muy complicado porque gestionaba entrevistas de campo, consultas en familias, en museos, en archivos. Sobre todo el de Lanzarote fue muy exhaustivo y yo disfruté muchísimo haciéndolo. Fue una época que recuerdo con muchísimo cariño y con mucho entusiasmo porque hacía cosas que me gustaban y como se dice en Lanzarote “sarna con gusto no pica” … (jajaja).

Dado que ha realizado un exquisito trabajo de campo e histórico sobre las indumentarias de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, ¿qué paralelismos y/o diferencias se ha encontrado entre las dos islas?

Los paralelismos entre Lanzarote y Fuerteventura son enormes porque nos unen la historia, las producciones, la climatología, el tipo de suelo, absolutamente todo. No lo digo yo, sino que lo dicen todas las personas que han pasado por aquí… los cronistas históricos nos dicen que Lanzarote y Fuerteventura se parecen muchísimo y también tienen mucho parecido sus indumentarias. Esto a veces es un problema porque hay muchas personas que quieren diferenciarse por encima de todo y en ocasiones no es fácil. Se dan casos de que un traje de Lanzarote es igual que uno de Fuerteventura y eso, a veces, a la gente no le gusta, pero es lo que hay y si es así, pues así debe ser.

“La sarna con gusto no pica”

Como experto en vestimentas tradicionales, ¿qué prendas o accesorios, que sean exclusivos de esta isla, cree usted que se deberían promocionar e impulsar? 

Aquellas que cuesta más hacer, por ejemplo, las sombreras. Ahora mismo es muy complicado porque están carísimas, además porque las sombreras son muy escasas. Hay otras que la gente no usa porque no les gusta mucho; también las gorras de tela; los majos también habría que promoverlos, y después, las monteras, que es una prenda exclusiva de Lanzarote. Igualmente habría que promover las prendas que más se pueden hacer con las costureras; los tocados, porque son las que diferencian las indumentarias tradicionales de una zona y de otra y en el caso de Lanzarote es lo mismo.

¿Cuál ha sido su contacto con el mundo del folclore a lo largo de su vida? 

Mi primer contacto se inicia con un grupito en la escuela, luego ya continué con la Agrupación Folclórica Arrecife; más tarde, ya en el instituto, estuve en la Agrupación Folclórica Alegranza. Después, cuando me fue a estudiar fuera, fundamos con otros compañeros, la Agrupación Folclórica Universitaria, la AFU. Más tarde también estuve cantando en la A.F. Amigos de Portonao y en realidad he hecho un poco de todo: tocar, bailar y cantar también.

¿Hasta qué punto ha influido su participación en grupos folclóricos en su deriva hasta convertirse en investigador?

El hecho de estar en agrupaciones folclóricas es lo que originó mi especial interés en las indumentarias. Me daba cuenta de que en las agrupaciones de la isla había mucha confusión y un gran desconocimiento sobre la materia. Entonces, cuando ya me fui a Tenerife y empiezo a conocer que hay una historia ligada a las indumentarias tradicionales que aquí desconocíamos por completo, es cuando decido investigar. 

¿Hay relevo generacional asegurado en el mundo del folclore lanzaroteño? ¿Cuál es su opinión sobre la cantidad y calidad de la cantera actual de las agrupaciones folclóricas de Lanzarote?

A mí me gusta el folclore, pero puntualizo, el folclore de campo, el folclore de raíz. Las agrupaciones folclóricas estas ya con contrabajo, con trompetas y haciendo canciones de Nino Bravo, ya no me interesan nada. Cuando están muy “fistoleadas” pierdo el interés sobre la marcha. Cuando escucho a los cantantes líricos, también pierdo el interés. Es decir, me gustan las voces naturales, de campo y afinadas, bien hechas. Es complicado porque el folclore se ha actualizado, se ha modificado mucho y es muy difícil hacer folclore tradicional total. Pero, intentar hacerlo lo más sencillo posible, con pocos instrumentos, con pocas voces, con baile sencillo, creo que es lo que le falta a Lanzarote y es lo que a mí me gustaría ver.

“Las prendas íntimas nos dan mucha información”

¿La vestimenta tradicional está unida solo al mundo del folclore, o su adecuada utilización en romerías y otras manifestaciones públicas puede ayudar también a su conservación?

Hemos dejado el legado de potenciar las indumentarias en manos de las agrupaciones folclóricas, pero de un tiempo a esta parte, también se ha favorecido su uso a través de las romerías, u otro tipo de manifestaciones culturales tradicionales que se están potenciando como el día de Canarias, por ejemplo. Por tanto, ahora ya no solo va asociado al folclore, sino que ya está más arraigado al pueblo en general, y en la actualidad ya todos tenemos algo que ponernos cuando llega esa ocasión.  

En general, ¿le dan los grupos folclóricos de la isla la importancia adecuada a sus vestimentas?

Creo que las agrupaciones folclóricas son las que tienen el peso más grande porque son las que están siempre en la palestra y en ellas se ha depositado la conservación y el uso de las indumentarias. Por tanto, son ellas las que deben apostar por hacer un seguimiento más fidedigno de las vestimentas ya que el resto de la población se fija un poco en ellas y por eso creo que son las que deberían llevar la bandera en este campo.

De hecho, nuestra música, bailes y vestimentas son más valoradas en el resto de las islas que en nuestra propia tierra. ¿Opina igual? ¿por qué cree que sucede esto?

Sí, yo creo que están más valoradas en otros sitios, pero también creo que están más valoradas porque somos un poco exagerados en nuestro folclore, en los saltos, en los cantos, en los bailes, y eso llama mucho la atención. Pero no creo que sea un motivo para alegrarnos sobre ese tema. Yo creo que quizás es un motivo para hacernos preguntas. De todas formas, Lanzarote tiene solistas maravillosos con voces espectaculares. Los ha tenido y los tiene hoy también. Así que en ese campo también creo que estamos servidos.

“Me gustan las voces naturales, de campo y afinadas, bien hechas”

Recientemente ofreció una conferencia sobre la indumentaria de Los Buches en la que los reivindicó como la única tradición exclusiva y originaria de Arrecife. Ahora, tantos años después, parece que se está consiguiendo su reconocimiento. ¿Cree que las instituciones hacen todo lo necesario para apoyar el acervo cultural en nuestra isla?

Yo creo que las instituciones están haciendo algo, pero no lo suficiente. Gracias al esfuerzo que ponen los particulares, como en este caso, el nuevo equipo directivo de Los Buches, se están revalorizando y también muchas otras agrupaciones folclóricas que trabajan a nivel personal, a veces con apoyo, pero no con el suficiente. No basta solo con el apoyo, sino que también hay que desarrollar cursos de formación, en bailes, cantos e indumentarias, que permitan a la gente que esté interesada acceder a ellos. 

¿Qué acciones considera que deberían llevarse a cabo para preservar estas prendas exclusivas?

Apoyar a los artesanos que las trabajan, facilitándoles los temas administrativos, ofreciéndoles lugares donde ellos puedan trabajar y comercializar sus productos, haciendo cursos de formación y potenciando desde todas las esferas a los artesanos que las trabajan. Por ejemplo, ahora mismo, si te quieres comprar una sombrera te puede salir por unos doscientos euros, que tiene su valor, pero ya no solo se trata de disponer de ese dinero, sino que, ya no hay gente que haga sombreras, porque no se puede cortar palmito. Hay problemas con Medio Ambiente, es decir, hay que facilitar todos los medios para obtener el palmito de las palmeras en este caso.

Próximamente disfrutaremos de la exposición “Vestir la ropa blanca: una mirada al interior”, ¿qué nos vamos a encontrar allí? ¿cómo se ha gestado ese trabajo?

Se gestó con la agrupación Malpaís de la Corona. Con ellos yo he realizado muchos trabajos de reproducciones, también de ropa interior. Y como sé que otras agrupaciones no se preocupan tanto de eso, le propuse a su directora, Luz, la idea de realizar esta exposición. Se hará un recorrido de lo que es el lino y el algodón hasta ver las prendas en sí. Va a ser un poco didáctica. Yo creo que lo más interesante es que va a haber muchísimas prendas originales y habrá muchas cosas que aprender y otras que nos van a sorprender un poquito. Las prendas íntimas nos dan mucha información, no solo del periodo histórico, sino también de la propia intimidad de las personas, de un carácter un poco más privado. Y por eso creo que tiene interés en todos estos sentidos.

¿Y para cuándo una exposición integral que aúne accesorios, vestimentas, calzado, gorras, sombreros y sombreras tradicionales de Lanzarote, tanto para hombre como para mujer?

Pues la verdad es que sería un tema muy interesante, una exposición sobre accesorios, sobre calzado, sobre gorras, sombreros… porque los accesorios son una parte fundamental de las indumentarias. Vamos a ver si surge el tema o si hay alguien que quiera apostar por ahí, yo me sumaría encantado para abordar un tema sobre ese sentido.