Entrevista y trayectoria de David Baute, cineasta canario ganador del Goya
David Baute: “Nuestro Goya supone una suma para el sector audiovisual canario”
- “Hasta Mariposas Negras había películas sobre el cambio climático pero sin relacionarlas con la migración”
- “Pocas comunidades autónomas han alcanzado el nivel audiovisual de Canarias”
Un cineasta con trayectoria
El tinerfeño David Baute, ganador del Goya a la mejor película animada por Mariposas Negras, ha consolidado su carrera en el sector audiovisual con un enfoque en documentales y cine social. Su pasión por el cine comenzó en Garachico, donde nació en 1974. Tras especializarse en dirección y montaje en el Instituto de Televisión Española en Madrid, trabajó con los hermanos Ríos antes de fundar su propia productora.
Entrevista con David Baute
– En tu carrera has trabajado con diferentes géneros. ¿Cómo definirías tu estilo?
En realidad, hoy en día los géneros se mezclan y podemos hablar de películas híbridas, donde hay ficción y animación. Normalmente, nuestros proyectos tienen una propuesta social y medioambiental, con un enfoque reflexivo y crítico. También intentamos incluir un lenguaje más poético, en ocasiones cercano a la ficción.
– ¿Cuántas producciones has realizado con tu productora hasta ahora?
Cerca de una quincena, incluyendo dos o tres cortometrajes y principalmente largometrajes documentales. También hemos producido películas para otros directores, como la reciente Sugar Island, que presentaremos el 19 de marzo en cines de toda España. Actualmente, estamos desarrollando nuevos proyectos de animación similares a Mariposas Negras.
– ¿Habías trabajado antes en animación?
Nunca. Surgió porque queríamos contar historias que no habíamos podido filmar antes.
– ¿Fue complicado dar el salto a la animación?
Hubo partes del proceso que sí pudimos filmar, pero otras no, por la dificultad de acceder a ciertas localizaciones en Asia, África y el Caribe. Contamos con productoras locales que nos mantenían informados sobre los protagonistas. Decidimos que estas historias eran esenciales y debíamos contarlas de alguna manera.
– Mariposas Negras se basa en personajes reales. ¿Cómo fue ese proceso?
Sí, está basada en tres historias reales documentadas. En algunos momentos de la película aparecen los protagonistas reales, lo que rompe con la animación y refuerza su autenticidad.
– ¿Por qué decidiste optar por la animación en lugar del documental?
La animación es una herramienta poderosa para contar una historia a nivel visual. Nos permite llegar a un público más amplio. Aunque no es una película infantil, sí puede ser vista desde los 10 años, lo que la hace accesible a más personas que un documental, que suele ser más crudo y difícil de ver.
– ¿Qué diferencias encontraste entre dirigir documentales y animación?
La principal diferencia es que la animación requiere un proceso estructurado. Antes de que los animadores comiencen a trabajar, el montaje debe estar completamente definido. En un documental, puedes modificar la estructura en la mesa de edición. En animación, una vez definido el montaje, el proceso avanza sin posibilidad de cambios.
– ¿Cuántas personas trabajaron en Mariposas Negras?
Participaron entre 70 y 80 personas en el equipo de animación. Fue un proceso de aprendizaje y creatividad increíble, en el que todos aportaron su talento.
– ¿Cuánto tiempo tardaste en completar la película?
Desde que inicié la investigación hasta el estreno, pasaron 13 años. Cuatro años de investigación con una beca de National Geographic, tres años buscando financiación y cuatro años de producción.
– Mariposas Negras ha sido reconocida internacionalmente. ¿Esperabas ganar el Goya?
Los premios y festivales son impredecibles. Que una película gane no siempre significa que sea mejor que las demás. Cuando la presentamos en la sección oficial de Annecy, el festival más importante de cine de animación, empezó a recibir reconocimiento. Luego llegaron festivales en India, Argentina y Europa, y finalmente premios como el Forqué, el Gaudí y el Goya.
– ¿Qué impacto ha tenido la película en el público y la crítica?
El público se conmueve con la historia de los personajes que pierden todo debido al cambio climático. En Canarias, la migración es un tema cercano, ya que hemos sido emigrantes y ahora recibimos a migrantes. Además, la estética visual ha sido muy bien recibida.
– La banda sonora ha sido muy destacada. ¿Cómo fue su creación?
Diego Navarro hizo un gran trabajo no solo con la música, sino con el diseño sonoro. Recogimos sonidos durante todos estos años y los integramos en la película. El sonido contribuye a la emoción y el impacto del mensaje.
– ¿Cómo crees que afectará este premio a tu carrera?
El Goya nos abre nuevas puertas. La trayectoria de una productora es clave para conseguir financiación y desarrollar nuevos proyectos. Mariposas Negras ha sido un gran paso, pero seguimos trabajando en nuevas producciones.
– ¿Y para el sector audiovisual canario?
El Goya es una suma para el sector. Hace 15 o 20 años nos unimos a través del clúster audiovisual y logramos que el Gobierno y la televisión canaria apostaran por la industria. Hoy, el sector audiovisual en Canarias tiene muy buena salud y pocas comunidades autónomas han alcanzado nuestro nivel.
– ¿Han utilizado inteligencia artificial en la película?
No, todo está hecho a mano por dibujantes y animadores. La inteligencia artificial es una herramienta que, bien utilizada, puede ayudar, pero también puede ser problemática si se usa sin ética. Es importante definir qué se permite y qué no.
– ¿Cómo ha sido este último mes tras recibir el Goya?
Intenso. Nos han llamado de todas partes para entrevistas y charlas. Ha sido un mes de mucha actividad, pero también de alegría y satisfacción.
– ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Seguimos produciendo cortometrajes de animación y tenemos previsto rodar en Paraguay próximamente. También estamos desarrollando otra película que rodaremos en Canarias este verano. Seguimos apostando por un cine útil y de calidad que conecte con los espectadores.
– ¿Mantendrás la misma línea de trabajo?
Intentaremos seguir en esta línea, pero cada película es un reto. Lo importante es mantener la calidad y que cada obra aporte algo a nivel emocional y cinematográfico.