El Cabildo de Lanzarote acogió este miércoles la celebración de la segunda reunión de la Junta Rectora del Consejo de la Reserva de la Biosfera, que estudió temas relacionados con la recuperación y protección del Macizo de Famara y el Plan de Ordenación de los Espacios Marítimos.
La consejera Ariagona González puso el enfoque en “la necesidad de conocer y valorar la riqueza que atesora la isla como condición indispensable para su conservación”.
Además, señaló que todos los esfuerzos de la Institución se centran en conciliar la protección de las especies amenazadas con el bienestar animal, por lo que “hemos convenido dejar en suspenso las medidas previstas al inicio del proyecto que proponían la erradicación de las cabras asilvestradas del Macizo de Famara por ser una de las principales amenazas para los endemismos”.
El Consejo, al que también acudieron por vía telemática el director del jardín de aclimatación de la Orotava, Alfredo Reyes Betancort y el presidente de la Asociación para la conservación de la Biodiversidad Canaria, Pedro Sosa Hernández, hizo una valoración de la situación en la que se encuentra el proyecto de recuperación del Macizo de Famara y la importancia de la cantidad y calidad de endemismos que alberga.
En este sentido, se explicó que los esfuerzos se centran en controlar la población de cabras asilvestradas mediante métodos incruentos y se destacó la disposición del Gobierno de Canarias para compatibilizar la protección de las especies endémicas y de las cabras asilvestradas.
La consejera de Medio Ambiente y Reserva de la Biosfera y vicepresidenta del Consejo expuso en esta reunión el Plan de Ordenación de Espacio Marítimo, documento que fomenta el crecimiento sostenible de las economías relacionadas con el mar, el desarrollo sostenible de estos espacios, el aprovechamiento sostenible de sus recursos y contempla las interacciones entre tierra y mar.
“Desde el Cabildo consideramos excesiva la delimitación preliminar de los polígonos en los que se prevé que se desarrolle el sector eólico en el ámbito marítimo de Lanzarote”, señaló González, que explicó que en la reunión se propuso la revisión de este proyecto para solicitar que no se incluyan zonas en las que se genere un alto impacto visual y paisajístico que pueda afectar especialmente a las zonas turísticas y núcleos de población.
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