El escritor invitado a Yaiza apunta que “los partidos deben ser capaces de incorporar a todos los sectores de la sociedad”. Óscar Noda subraya que “los egoísmos personales se están imponiendo claramente a las ideologías”
Un estudioso de la realidad política de las Islas como lo es Enrique Bethencourt abanderó este jueves en la Casa de la Cultura de Yaiza un interesante debate sobre el nacionalismo canario con buena dosis de reflexión y autocrítica a partir de su libro Nacionalismo canario 3.0 con el que pretende abrir un debate plural sobre los retos del nacionalismo y del canarismo, término que acuña para explicar la construcción de un espacio propio de Canarias donde no solo esté representada la clase política de las Islas, sino distintos sectores de la sociedad de amplio espectro ideológico.
Y cuando se habla de una sociedad que persigue mayores cotas de bienestar, aquí y en cualquier lugar del mundo, la educación y la cultura tienen que ser los grandes valedores de ese objetivo, no obstante, Enrique Bethencourt identifica el “divorcio del nacionalismo canario del mundo cultural” como uno de los grandes problemas que impide el reconocimiento del nacionalismo entre la sociedad y que incluso propicia su retroceso.
Citando al gran escritor uruguayo Eduardo Galeano, Enrique Bethencourt recordaba que “uno no puede respetarse si no se conoce”. Es decir, que además de un problema de la puesta en valor de la identidad, de la cultura y del territorio, de quienes son canarios de nacimiento y de quienes lo son de adopción, hay especialmente un grave problema de “bases ideológicas del nacionalismo”. Hay militantes de partidos nacionalistas que están en él porque les parece guay, porque les cae bien una persona o porque ven una posibilidad de ser cargo público, pero no tienen ni idea ni del ideario ni de lo que persigue.
Enrique Bethencourt estima necesario que “los partidos nacionalistas hagan un esfuerzo y sean capaces de incorporar a todos los sectores de la sociedad”, y allí, por supuesto, tiene mucho que decir la cultura como factor determinante del conocimiento y el pensamiento crítico.
En el debate de Yaiza, moderado por Fernando Ríos, presidente de la Asociación Canarismo y Democracia, participaron personas vinculadas a la política y otras figuras ya retiradas de la misma que quisieron aceptar la invitación extendida por el alcalde, Óscar Noda, que a título personal también expresó su opinión sobre la situación del nacionalismo: “los egoísmos personales se están imponiendo claramente a las ideologías”.
El alcalde de Yaiza duda mucho del llamamiento a la unidad nacionalista “cuando es evidente que hay traspiés entre partidos nacionalistas y entre militantes de partidos nacionalistas que ni siquiera entienden que por encima de las siglas están las instituciones y el objetivo de mejorar el bienestar ciudadano. Se pregona mucha la unión nacionalista pero escasean los gestos en la práctica”.
En Nacionalismo canario 3.0, definido por su autor como un libro de “compromiso”, Enrique Bethencourt plantea como punto de partida el análisis del pasado de las formaciones nacionalistas canarias, “ya que sin estas referencias, con sus aciertos y errores, sería imposible analizar el presente y los retos del futuro”. En la segunda parte del libro el autor dibuja un retrato de otras experiencias nacionalistas desde la perspectiva de la realidad actual y lo que se ve en el horizonte con una pregunta clave: “¿Qué hay que hacer para no retroceder?”.
Y la tercera parte del libro está dedicada a enseñar el resultado de entrevistas con personas del mundo de la política, académicos y distintos agentes sociales que, con el mismo espíritu del libro, expresan abierta y libremente sus opiniones, como lo hicieron las personas que expresaron su parecer en Yaiza. Nacionalismo canario 3.0 fue publicado hace un año, pero la pandemia impidió hasta ahora el recorrido de su presentación, aunque, en palabras del autor, “lamentablemente los problemas del nacionalismo siguen siendo los mismos de hace un año”.
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