Guardianes de nuestro patrimonio
Estrenamos el mes de junio con la vista puesta ya en el verano, las noches que se alargan, las vacaciones y, sobre todo, la amplia oferta cultural que marca estas fechas. De momento, las próximas semanas ya arrancan con fuerza, con eventos consolidados en el calendario y otros nuevos que podrán descubrir en esta edición.
Además, nos adelantamos también a la programación del próximo mes, cuando regresará a la isla la cita más refrescante, el International Ocean Film Tour, también conocido como el Festival de los Oceános. Por tercer año consecutivo, el auditorio de Jameos del Agua será testigo de las increíbles historias de superación que muestra este festival. “Historias de gente de carne y hueso, con la que el público puede empatizar”, como explica uno de los fundadores de la productora que lo trae a la isla.
El objetivo del festival es unir la cultura y la concienciación mediambiental y su espíritu, aunque a priori no la parezca, conecta con otro de los temas que abordamos en este número: la artesanía tradicional. Por un lado, porque tan necesario es proteger nuestro entorno natural, como proteger las tradiciones más arraigadas de la isla. Por otro, porque tras ellas también hay increíbles historias de superación.
Desde Mass Cultura hemos querido acercanos este mes a los hombres y mujeres que con sus manos y su creatividad, mantienen viva la esencia de nuestra isla. Eulogio, que sigue tejiendo cestas a sus 90 años; Carmen, que lleva seis décadas tejiendo rosetas; y muchos otros que mantienen vivos los oficios artesanos, muchos de ellos en riesgo de desaparecer por falta de relevo generacional.
Si uno de los fundadores de Kinema Producciones nos cuenta en este número que el público “está un poco saturado de ficción y de superhéroes”, y cada vez busca más historias reales con las que pueda conectar, con la artesanía está ocurriendo un poco lo mismo. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la artesanía nos recuerda la importancia de lo hecho a mano, de lo personal y de lo auténtico.Sin embargo, aunque cada vez se valora más, aún cuesta que la gente esté dispuesta a pagar las horas de trabajo y dedicación que implica, y muchos terminan optando por falsa artesanía o por el “made in China”. De todos depende apoyar a estos artesanos, valorar su trabajo y conseguir que no se pierda ese testimonio vivo de nuestra historia. Comprar artesanía auténtica, hecha con el corazón y con técnicas ancestrales, no es solo comprar un objeto, es llevarse a casa una historia, y mantener viva la herencia y la cultura de la isla.