La artista española de raíces amazigh participa en el Festival Orígenes y Latidos
El mes de septiembre continúa con la primera edición de Orígenes y Latidos World Music Fest, un evento que convierte a Canarias en un puente cultural entre Europa, África y América. Más que un festival, esta propuesta busca reivindicar las Islas como espacio de encuentro entre civilizaciones, ofreciendo un programa que combina tradición y modernidad, con géneros que van desde el jazz o el flamenco hasta el reggae y la música africana.
Con una clara vocación inclusiva, la cita no solo conecta al público con las raíces musicales de los cinco continentes, sino que también impulsa la creación de nuevos sonidos vinculados a la identidad canaria, da visibilidad a colectivos minoritarios y fomenta la accesibilidad en todos sus espacios.
Una artista entre dos mundos
Entre los nombres destacados se encuentra Ikram Essaghir Amstaire, nacida en España y de raíces amazigh, que ha encontrado en la música el lenguaje perfecto para expresar su identidad dual.
“Desde pequeña he sentido una frontera invisible entre mis raíces amazigh y el lugar donde crecí, España. Esa dualidad me hizo sentir a veces que no encajaba, pero también me dio una identidad única como artista”, explica.
Su música es un sonido híbrido en el que conviven los cánticos tradicionales del Rif (izran), ritmos como la reggada o la música gnawa, junto con sonoridades contemporáneas de la escena alternativa europea.
“Encontrar el equilibrio me resulta algo natural porque vivo día a día entre esas dos culturas. No hago música para que suene bien; intento plasmar realidades también a través de un ritmo o una melodía”, asegura.
Música como denuncia y reflexión
Para Ikram, la creación musical está directamente ligada a su experiencia vital:
“Mis canciones nacen de experiencias reales, de cosas de mi día a día que muchas personas también viven”.
Su tema Mar, Sangre, Arena refleja esa mirada crítica:
“Hablo de la migración y del deseo de emigrar, dejando atrás lo que hemos construido y poniendo en riesgo nuestras vidas. Para mí la música también es una forma de denuncia y de reflexión”.
En el escenario, la artista transforma lo íntimo en una experiencia compartida:
“La conexión con el público es lo mejor. Es increíble que una canción que escribí en el salón de mi casa se convierta en un momento de unión con tantas personas”.
Orgullo y pertenencia
En sus letras, Ikram también aborda la experiencia de los hijos de inmigrantes y el sentimiento de pertenencia. Su mensaje es claro:
“Me encantaría que se sientan orgullosos y que no escondieran ninguna de sus partes. Tener dos culturas no debería ser un conflicto, sino una ventaja. Nos da más referencias, más creatividad y más fuerza”.
Ese enfoque la coloca dentro de una nueva generación de artistas que hacen de su identidad un motor creativo.
“Mi sueño es dedicarme al 100 % a la música y seguir desarrollando un sonido propio. Ahora mismo estoy muy centrada en consolidar mi identidad artística, dentro de la escena alternativa que comparten artistas como Judeline, Elyanna, Saint Levant o Numidia, pero con mi propio sello”.
Próximas actuaciones
Ikram Essaghir actuará el 12 de septiembre en La Bowie (La Laguna, Tenerife) y el 13 de septiembre en el Espacio Cultural El Secadero (Los Llanos de Aridane, La Palma).
La programación del festival continuará el 20 de septiembre con el concierto de Masara Traore, un grupo procedente de Mali y Burkina Faso que combina composiciones profundas con ritmos vibrantes que invitan al baile.
Tras una primera entrega en julio con Sistah Vibes y una sesión especial de danzas del mundo, Orígenes y Latidos se consolida como una cita imprescindible del calendario cultural en Canarias.