El Cabildo de Lanzarote trabaja en la recuperación de los juguetes de viento de César Manrique

Juguetes de viento de César Manrique. Oswaldo Betancort y Jacobo Medina comprobaron este lunes el estado de las esculturas que los técnicos del Parque Móvil están restaurando con la previsión de que «Fobos» vuelva a la rotonda de Tahiche en diciembre

El presidente de Cabildo, Oswaldo Betancort, y el vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Jacobo Medina, visitaron este lunes varios proyectos que están en marcha en distintos puntos de la isla y que cuentan con financiación de la primera institución insular.

Este 25 de septiembre se realizó una parada especial en el camino, día en el que se cumplen 31 años del fatídico accidente de tráfico en la rotonda de Tahiche que segó la vida de nuestro artista más universal, César Manrique.

Durante la visita, ambos pudieron comprobar el estado de los dos juguetes de viento que están siendo reparados por los técnicos del Parque Móvil del Cabildo, con previsión de poder instalar la escultura “Fobos” en la glorieta de Tahíche el próximo mes de diciembre y, más adelante, colocar la obra diseñada en honor a Pepín Ramírez, en la rotonda del aeropuerto.

A pesar de las dificultades para culminar las tareas de reparación y montaje, tanto de la escultura de Tahiche como la del juguete de viento del aeropuerto, Oswaldo Betancort y Jacobo Medina, aseguraron que se está trabajando de la mano de la Fundación César Manrique para que ambas estructuras móviles vuelvan a ocupar el lugar y el movimiento para el que fueron diseñadas.

Los juguetes de viento, claves en la obra de Manrique

Los juguetes de viento son una parte importante en la obra escultórica de César Manrique, y como estructuras pesadas y de hierro, compuestas de esferas, círculos, pirámides, etc., requiere de materiales sólidos y un correcto montaje que favorezca el movimiento rotatorio generado por el viento.

Cabe recordar que en 1990 se emplazó un molino en Arrieta: una pesada y espectacular «veleta» de hierro pintada de color rojo que se mueve suavemente señalando la dirección del viento. Cuando lamentablemente el artista falleció, se comprobó que dejó varios bocetos de nuevas estructuras.

Posteriormente, los talleres del Parque Móvil del Cabildo de Lanzarote, donde fueron ejecutadas buena parte de sus anteriores esculturas, construyeron y emplazaron los juguetes de viento por toda la isla.