Palacio Ico (Lanzarote) gana el XXII Concurso de Cartas de Vinos de Canarias impulsado por la DOP Islas Canarias Canary Wine
Es la primera vez que una carta de vinos de una isla no capitalina recibe este galardón. El trabajo del sumiller Iván Monreal (nº11 de España) ha sido reconocido por su precisión, equilibrio y compromiso con pequeños productores.
Un reconocimiento histórico para Lanzarote
La carta de vinos del hotel gastronómico Palacio Ico, ubicado en Teguise (Lanzarote), ha sido distinguida como la Mejor Carta de Vinos de Canarias en la XXII edición del Concurso organizado por la DOP Islas Canarias – Canary Wine. Es la primera vez en la historia del certamen que este reconocimiento se entrega a un establecimiento de una isla no capitalina.
Iván Monreal, un sumiller de referencia nacional
Detrás de esta carta se encuentra Iván Monreal, sumiller grancanario con una brillante trayectoria internacional y puesto nº11 en la lista de los 100 Mejores Sumilleres de España. Su propuesta ha sido valorada por un jurado de excepción, compuesto entre otros por Ferran Centelles y David Seijas, ex sumilleres de El Bulli y referentes mundiales en el sector vinícola.
Una carta basada en vinos de mínima intervención y pequeños productores
La carta galardonada destaca por su cuidada selección de vinos de mínima intervención y elaboraciones de pequeños productores, principalmente de Lanzarote, Canarias, la península ibérica, Francia y otras zonas internacionales. Incluye también una exclusiva sección de champagnes de petits vignerons, única en Canarias.
Además de su equilibrada oferta, la carta ha sido premiada por la calidad y exactitud de la información: nombres de bodegas, variedades, DOs, métodos de elaboración, e incluso iconografía clara para identificar si son vinos ecológicos, biodinámicos o naturales. También incluye mapas vinícolas diseñados para facilitar la comprensión del origen y carácter de cada referencia.
Un proyecto de largo recorrido y filosofía clara
Iván Monreal y el equipo de Palacio Ico —formado por sus propietarios Eduardo Riestra y Sonsoles López— llevan dos años construyendo esta carta, que va más allá de un listado: es una herramienta de divulgación, selección consciente y experiencia sensorial, alineada con el concepto gastronómico del restaurante.
“Esta distinción es un orgullo. Empezamos de cero hace dos años con una filosofía clara: vinos con identidad, de productores pequeños. Este premio nos impulsa a seguir creciendo con nuevas referencias y añadas especiales, especialmente de Lanzarote”, señaló Monreal al recoger el galardón.
El valor añadido de la sala y el maridaje gastronómico
La carta de vinos forma parte de la sólida propuesta gastronómica de Palacio Ico, que en 2024 fue galardonado con su primer Sol Repsol y mantiene recomendación Michelin, bajo la cocina del chef Víctor Valverde, impulsor de una cocina canaria contemporánea de kilómetro cero.
Los menús degustación, el servicio en sala y la experiencia completa del restaurante apuestan por un maridaje coherente con el territorio, elevando los vinos canarios al lugar que merecen en la alta cocina.
Sobre Palacio Ico: historia, arte y arquitectura al servicio de la gastronomía
Palacio Ico es un hotel gastronómico singular, situado en una casona señorial del siglo XVII declarada bien patrimonial. La arquitectura tradicional canaria convive con un diseño contemporáneo, arte local y piezas de artistas como Heidi Bucher o Ildefonso Aguilar.
Con solo nueve habitaciones y una estética inspirada en el Wabi Sabi japonés, el establecimiento ofrece una experiencia de hospitalidad íntima, refinada y profundamente vinculada al paisaje y cultura de Lanzarote.
Una bodega canaria en manos de un sumiller top nacional
Monreal, que ha trabajado en restaurantes Michelin como Amador* (Alemania), Olivo* (Stuttgart) o Tristán (Mallorca), es también subcampeón nacional de sumilleres (2021) y se ha convertido en uno de los máximos exponentes del nuevo discurso vinícola en Canarias.
Su trabajo en Palacio Ico redefine la forma de entender una carta de vinos en el contexto isleño: didáctica, emocional, sostenible y perfectamente armonizada con la cocina del restaurante.