Guitarrista, compositor, músico, artista y ciudadano universal
“Vive el feeling del Jazz y serás feliz”
Tales
Guitarra clásica: Diego Barber
Piano y electrónica: Craig Taborn
Visuales: Ildefonso Aguilar
14 octubre 2023. 20.00 h.
Auditorio Jameos del Agua
18 Festival de Música Visual de Lanzarote
Venta de entradas:
festivaldemusicavisualdelanzarote.com. 15 €
El lanzaroteño Diego Barber (La Tiñosa, 1978) es una bomba explosiva que ha emanado la isla. Otro genio y figura que viaja por el planeta para hacernos vibrar con sus interpretaciones musicales.
Posee, además de su genialidad como músico, un carisma y un don especial que enloquece y contagia, tremendamente positivo, irradiando paz y jovialidad. Generoso y agradecido de la vida y de sus progenitores, viaja por el mundo ofreciendo lo que mejor sabe hacer: componer, improvisar e interpretar música. En fin, para lo que ha nacido. Una herencia que será mucho más reconocida en años venideros porque claro está que Diego Barber ha venido con una misión precisa: dejar su propia huella para la eternidad.
Siendo muy niño ya inhalaba y gozaba con la música clásica que le proporcionaba su madre. Con 9 años tocaba la guitarra y a los 10 le regalaron, por su cumpleaños, su primera guitarra eléctrica. Fue en ese momento cuando tomó la decisión de tomar a la guitarra como su instrumento imprescindible y la compañera de por vida. Se comprometió a estudiarla y estrujarla a fondo, para difundir todas las buenas sensaciones que a él le proporcionaba su toque.
Desde que descubrió el jazz y la improvisación no ha dejado de jugar combinando la música clásica con el jazz, creando un sonido y un estilo propio completamente original.
Ha consagrado gran parte de su vida al estudio de este instrumento persiguiendo el dominio absoluto de la guitarra clásica. En Lanzarote se formó en el Conservatorio de Música con Miguel Ángel Calzadilla y a nivel privado con Toñín Corujo. A los 18 años se fue a estudiar a Madrid, luego a Salamanca donde completó su licenciatura en Guitarra Clásica. Gracias a una beca pudo estudiar con quienes luego serían sus mentores, Costas Cotsiolis y Ricardo Gallen. Posteriormente, con 26 años, se trasladó a Salzburgo para perfeccionar sus estudios en la reconocida Universidad Mozarteum bajo la tutela de los maestros Marco Tamayo y Eliot Fisk, conquistando su posgrado en 2006. Nueva York ya hizo el resto.
MassCultura ha tenido el orgullo de poder entrevistarlo y descubrir a otro de los pocos lanzaroteños universales.
Esther G. Alonso
Pregunta: ¿Cómo recuerdas tu infancia en Lanzarote?
Respuesta: Una vez leí que la infancia es la patria del hombre y yo añadiría que si además la pasas en Lanzarote ya casi tienes la partida ganada. Sí, tuve la mejor infancia.
P: ¿Qué aptitudes, méritos o habilidades crees que heredaste de tus padres?
R: Quizá de mi padre el amor incondicional a la vida y de mi madre la espiritualidad.
“Tocar en Canarias ya es un premio”
P: ¿Sigues manteniendo contacto y visitas asiduamente la isla?
R: En Lanzarote tengo a mi madre, a mis mejores amigos, mis recuerdos…. Sí que vengo asiduamente, ¿cómo no?
P: ¿Qué opinión te merece la evolución del folclore en Canarias?
R: Gozamos de una muy buena salud. Tenemos una variada y riquísima música en Canarias y por encima de todo un folclore que emociona. Escucho a nuevos músicos canarios que están haciendo cosas buenísimas. Estamos en las mejores manos.
P: ¿Cuáles crees que son tus debilidades y tus fortalezas?
R: Soy obsesivo para todos los aspectos de la vida y aunque puede parecer que algunas veces se trata de una virtud, en otras ocasiones no lo es tanto. Creo que mi mayor fortaleza viene de mi capacidad de admiración, con lo cual he aprendido mucho y de los mejores, y no solo en mi profesión.
P: ¿Qué significó tu primer disco “Calima” para ti? Supuso un antes y un después, ¿es así?
R: No sé… quizá me dio mucha seguridad en mí mismo, pero creo que esto sucedió antes de que el disco saliera al mercado. Más bien yo lo relaciono cuando los mejores músicos de jazz del momento quisieron colaborar conmigo. Esto sí que me proporcionó mucha seguridad.
“Nominado como candidato potencial para la inclusión como “Artista revelación” por el Seminario de Nueva Música Lista de finalistas nominados al Grammy en la categoría de álbum de Jazz Instrumental (“Calima”, 2010)”
P: Has sido reconocido internacionalmente con numerosos premios y distinciones, ¿cuál ha sido el que más te ha ilusionado? ¿Y en Canarias, has recibido alguno?
R: Yo creo que el mayor reconocimiento que he tenido es poder sorprender, de alguna manera, a los músicos que admiro. Tocar en Canarias ya es un premio.
P: Cierra los ojos y dime lo que significa para ti la “MÚSICA” y lo que repercute en ti cuando la creas y la transmites.
R: Si todos venimos al mundo con una misión, para mí, la música es eso, mi misión. En cuanto a lo segundo diré que mi estado de ánimo cambia a muchísimo peor cuando ni “creo” ni “transmito”. Y el adjetivo “peor”, me parece suave.
P: ¿Qué ha significado Nueva York en tu vida y en tu carrera artística? César Manrique también tuvo que ir hasta Nueva York para “abrir la cabeza” y luego ser reconocido, primero fuera y mucho más tarde aquí…
R: Llegué muy joven. Allí las cosas son difíciles. Hay mucha gente y muy buena en todas las facetas del arte. Esto te enseña, pero a la vez te dificulta. Te haces fuerte. New York te abre mucho la cabeza.
“Creo que mi mayor fortaleza viene de mi capacidad de admiración”
P: Está claro que Nueva York es la banda sonora del jazz, pero tú descubriste el jazz mucho antes de irte a Nueva York… ¿Cómo y en qué momento descubriste el jazz?
R: Mi padre siempre lo escuchaba, me crie con esa banda sonora. Mi madre, por otra parte, nos ponía música clásica (de ahí el lío), pero el que realmente “me abrió los ojos” fue mi tío Fernando.
P: ¿Cómo se siente el jazz?
R: Yo creo que el género Jazz cada vez es más difícil de describir. Es un género que requiere de una preparación, pero al final es tan sencillo como componer, lo que sientas dentro de un contexto. “Vive el feeling del Jazz y serás feliz”, me decía mi tío Fernando, y eso es simplemente lo que yo hago.
“New York te abre mucho la cabeza”
P: La obligada pregunta, ¿todavía piensas que se debe salir de la isla para ser conocido y triunfar?
Según lo que llamemos “conocido” y según lo que llamemos “triunfar”. Después de fallecer mi padre, me llamó, desde Las Palmas, uno de sus mejores amigos, guitarrista del grupo que él había formado en su día, y seguía tocando y amando la música con la misma intensidad. Yo creo que eso es triunfar.
Pero también es cierto que a nadie le viene mal viajar, conocer otros mundos, otras razas, etc. Yo compuse una sonata que es una de las obras de las que más orgullo me siento en un desierto de Mauritania. Sin lugar a duda, ese viaje me inspiró.
P: Ahora vives en Granada, en las montañas, con aire puro, animales, sin vecinos… ¿cómo es un día “normal” para ti?
R: Un día normal (sin trabajo) sería tocar y correr por las montañas. No está mal el plan (jajaja).
P: ¿Qué es para ti la felicidad?
R: Creo que la felicidad no es un don, es un proyecto de vida, que se te puede ir “al carajo” desde que un ser querido enferme. O sea… un lío todo. Sí sé que tiene un requisito imprescindible y es tener la conciencia tranquila. Este requisito es difícil cumplirlo a lo largo de una vida, con lo cual diré que sí, que tengo momentos felices.
P: ¿Qué opinas del Festival de Música Visual de Lanzarote?
R: Es uno de los festivales con más vanguardia de Europa. Han tocado todos mis ídolos. Tiene muchísimo mérito lo que hacen y los conejeros mucha suerte de vivir aquí. Estoy muy, muy emocionado de poder participar este año.
P: Ahora que estás en el culmen… cuentas con las mejores críticas reconocidas, has trabajado con los más grandes, con tus ídolos de pequeño… ¿has cumplido todos tus sueños o te queda alguno por cumplir?
R: Me quedan la mayoría de los sueños por cumplir y espero que sea así toda la vida.
P: ¿Cómo te ves en el futuro? ¿Qué planes y proyectos tienes?
R: Pues haciendo lo mismo que ahora, que es lo que más me gusta. El siguiente proyecto es la grabación de 15 sonatas de Domenico Scarlatti con el genial cantante Theo Bleckmann. El trabajo ya está hecho y a punto de salir.
“Creo que la felicidad no es un don, es un proyecto de vida, que se te puede ir “al carajo” desde que un ser querido enferme”
Actuará en el Auditorio de los Jameos del Agua junto a Graig Taborn con su álbum “Tales”, dentro de la décimo octava edición del Festival de Música Visual de Lanzarote. Jazz, música electrónica, clásica… ¿qué más da? Sin duda, será una experiencia inolvidable. Allí nos veremos.
Su discografía:
Calima. 2009 (Sunnyside Records)
The Choice. 2011 (Sunnyside Records)
411.2013 (Origin Records)
Tales. 2014 (Sunnyside Records)
One Minute Later. 2017 (Sunnyside Records)
Drago. 2021 (Sunnyside Communications, Inc)
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