“Paseamos por la historia del arte como si nos encontrásemos en un centro comercial”
El tándem formado por José Arturo Martín (1974) y Javier Sicilia Rodríguez (1971), o lo que es lo mismo, Martín & Sicilia, ambos tinerfeños, licenciados en Bellas Artes y entusiastas del Arte en mayúsculas, lleva ya 26 años de prolífica carrera artística.
La Casa de la Cultura Agustín de la Hoz acoge, hasta el 10 de julio, “El Gran Libro de la Historia del Arte”. Una desafiante exposición que gira en torno a la crisis de identidad del sujeto postmoderno, representada en sus obras en torno a una constante lucha por descubrir su propia genealogía. Para ello utiliza recursos de lo más intrépidos como la sátira, la parodia, la ironía, la cita, el pastiche y hasta el performance atreviéndose además a autorepresentarse dentro de la mayoría de las piezas como actores críticos del contexto o simplemente como meros observadores de esa realidad.
Su creación en conjunto resulta de lo más curiosa ya que elaboran las obras a cuatro manos, dos cabezas pensantes y dos corazones al unísono, trabajando a la vez y condenados obligatoriamente a entenderse, pero sin que se perciba en sus lienzos un ápice de diferencia entre un pincel y otro.
El resultado ideológico de su obra es sublime. Nos deleitan con una variedad incesante de reflexiones que nos ha llevado a intentar conocerles en profundidad.
– Esta exposición nos ha permitido recorrer muchos movimientos artísticos desde el Renacimiento hasta la actualidad de su mano, como artífices. Para ello han utilizado las obras de artistas de todos los tiempos para replantearse muchas cuestiones. Realmente ha resultado ser muy instructivo y pedagógico. ¿Era esa la finalidad o qué otras intencionalidades perseguían?
Una de las múltiples características de este proyecto es su carácter pedagógico. Por otra parte, pretende compartir un ejercicio de investigación de nuestro propio archivo y producción visual en relación a las y los artistas o movimientos artísticos que han estado y están presentes en nuestro trabajo como referentes.
– ¿Se definirían como artistas conceptuales o performativos? ¿En qué encuadre artístico se englobarían o prefieren “no ser catalogados”?
Es inevitable “no ser catalogados” cuando nuestro trabajo presenta una actitud absolutamente posmoderna en la medida en la que, en nuestro proceso creativo, paseamos por la historia del arte como si nos encontrásemos en un centro comercial. Lo que llena tu carro de la compra te define artísticamente.
Es decir, se antoja que somos esos artistas porque sabemos de dónde venimos y cuál es nuestra genealogía. En ese aspecto, podríamos decir, que entre nuestros “padres” se encuentran artistas conceptuales y performativos como Duchamp, Beauys, Manzoni o Warhol pero también grandes maestros de la pintura. En el libro que estamos editando, y que presentamos el 15 de Junio en Lanzarote, explicamos al detalle todas estas cuestiones.
– ¿Qué diferencias hay entre José Arturo Martín y Javier Sicilia Rodríguez y qué raíces tan profundas les une?
Sería interesante detenernos en las diferencias, porque son la base y donde se genera la discusión y el conflicto. Pero la sintonía que existe entre nosotros en numerosos parámetros de este proceso creativo nos lleva, en algunos momentos, a resultados sinfónicos.
– Apasiona el alto grado de “carga existencial” que nos transmiten sus obras. ¿A qué obedecen tantos interrogantes sobre la propia evolución de la condición humana?
El punto de partida para plantear estos interrogantes es la preocupación por determinadas temáticas que atañen al sujeto contemporáneo como la incertidumbre, la crisis de sentido o la crisis de la identidad. A partir de estos conflictos es cuando comienzan a surgir las preguntas, algunas más interesantes que otras. Y desde ahí, tratamos de hacer texto con las imágenes en relación a estos interrogantes que tanto afectan a hombres y mujeres de nuestro entorno.
– ¿Cuáles son sus referentes, sus antepasados artísticos? ¿Quiénes les han influenciado más y por qué?
Dentro del Gran Libro de la Historia del Arte de Martín y Sicilia analizamos nuestro árbol genealógico que es muy frondoso y con muchas ramificaciones. Pero teniendo en cuenta que el autorretrato es un género que practicamos desde nuestros inicios, haría especial mención a los autorretratistas pictóricos compulsivos: Rembrandt, Goya, Courbet, Van Gogh, Magritte, James Ensor o Frida Kahlo.
– Hemos percibido que las obras no están firmadas. ¿Tiene este hecho algún significado especial?
Desde nuestro punto de vista la firma puede llegar a resultar una contaminación visual dentro de la composición de una obra predeterminada. Pero que, en la superficie que observa el espectador, no se vea la firma, no significa que la obra no contenga la signatura del autor. Firmamos donde no se ve, en la tramoya. Aunque cada pieza va acompañada de un certificado de autenticidad que verifica nuestra autoría.
– ¿Ha fracasado la modernidad? Hay muchísimas simbologías que parecen evidenciarlo…
Este es un debate que requeriría mucho tiempo, ya que hay quienes lo consideran un proyecto clausurado y quienes creen que todavía puede dar más de sí. En nuestro caso, el hecho de que adoptemos actitudes posmodernas, no significa que demos la espalda a ciertas buenas voluntades heredadas de la modernidad e incluso nos apropiemos puntualmente de ellas. Sin embargo, somos conscientes que habitamos la posmodernidad y con ella convivimos con un crisol infinito de actitudes políticas entre las cuales, por supuesto se encuentra la modernidad.
– El sentimiento de “canariedad” lo hemos visto reflejado en varios de sus cuadros. ¿Qué opinión les merece el estereotipo actual? ¿Qué es para ustedes la identidad del pueblo y del canario?
Asumimos que vivimos atravesados por una profunda crisis de identidad, con lo que este tipo de etiquetas nos resultan realmente complejas. De hecho, el cuadro del Teide trata hablar, precisamente de esa dificultad a la que se enfrentan las personas para reencontrarse con aquellos símbolos con los que supuestamente deberían de sentirse identificadas. En este caso, porque han sufrido un pinchazo y no pueden continuar.
– En algunas de sus obras, el blanco se adueña del lienzo, acabando con el pasado. ¿Es posible borrar la historia y empezar desde cero?
El lienzo en blanco es, por una parte, una alusión al artista soviético Kazimir Malévich y su célebre cuadro titulado Blanco sobre blanco y por otra, habla de esa imposibilidad a la que se enfrenta el sujeto contemporáneo para identificarse con su contexto, la canariedad por ejemplo. En tanto que cuando consigue mimetizarse con el fondo, este cambia y vuelta a empezar. Por lo que pintar los cuadros de blanco responde más a una actitud de autoconciencia de esa dificultad, que al borrado de la propia historia.
– ¿En qué proyecto trabajan actualmente?
En estos momentos nos encontramos en dos fases, una de investigación artística en formato tesis doctoral y por otra, seguimos planificando las temporadas de los años siguientes con exposiciones en las galerías que nos representan como la Galería Nina Menocal en México, Galería Paola Verrengia en Italia o Artizar en Tenerife. También estamos completando la itinerancia de un proyecto que comenzó en 2019 y que se expondrá en diferentes centros de arte y museos del territorio nacional.
– Y para finalizar, ¿qué sueños tienen por alcanzar?
El verdadero sueño es poder seguir trabajando y aportando nuestro granito de arena a este apasionante mundo del arte contemporáneo.
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