Cofundador de Kinema Producciones
“El público está un poco saturado de tanta ficción y quiere conocer historias reales de gente de carne y hueso”
International Ocean Film Tour
27 de julio, 19 h
Auditorio Jameos del Agua
Entradas y más información: internationaloceanfilmtour.es
El próximo 27 de julio regresará a Lanzarote el International Ocean Film Tour, que recala por tercer año consecutivo en la isla y espera volver a registrar otro lleno absoluto, como el cosechado en las dos ediciones anteriores. Detrás de su organización está Kinema Producciones, fundada hace cinco años por Chema Moreno y Pablo González, con el ambicioso objetivo de unir cultura, deporte y concienciación medioambiental.
Moreno es experto en gestión deportiva y cultural y la idea surgió cuando regresó a Canarias, tras haber pasado más de 20 años trabajando en Alemania. “Yo quería dedicarme un tiempo a mi familia, pero me empezaron a llamar de varios proyectos, y uno de ellos fue una productora amiga con gran prestigio, que tiene varios festivales a nivel mundial y que quería darnos la oportunidad de coger España”, explica. Así creó Kinema Producciones junto a su socio, y así fue como empezaron a mover en España -y después también en Andorra- el International Ocean Film Tour, centrado en los Océanos, y el European Outdoor Film Tour, centrado en la Montaña. Además, hace cuatro años consiguieron cumplir otro de sus “sueños”: co-producir un documental. “Iballa” -conocido antes como “Iballa, Corazón de Escamas”- es la historia biográfica no contada de la windsurfista y varias veces campeona del mundo Iballa Ruano (Moreno Twins), con el que cosecharon varios galardones nacionales e internacionales.
Ahora están inmersos en la nueva gira del “Festival de los Océanos”, que también muestra historias de superación contadas en primera persona, con las que el espectador “puede empatizar”. Además, en esta edición harán un reconocimiento especial al científico y divulgador Rogelio Herrera, fallecido el pasado mes de marzo. “Trabajaba como técnico en el Gobierno de Canarias desde hace muchos años y desde ahí abogó siempre por la defensa de los espacios naturales. Hizo muchos esfuerzos por la divulgación y la concienciación medioambiental, era fiel seguidor del festival y nosotros, con el permiso de su mujer y de su familia, pensamos en homenajear de alguna manera su figura y su labor con esta gira”.
Redacción Mass Cultura
En la sociedad actual de la inmediatez y las redes sociales, ¿no es difícil conseguir que el gran público se siente en una sala a ver una película que le haga pensar?
Eso fue lo mismo que nos preguntamos nosotros en su momento, cuando empezamos con esto hace cinco años. El Festival de Montaña lleva 28 años de gira, que se dice pronto, y el de los Océanos 17. Cuando empezamos dijimos: “Este festival vale unos 20 o 25 euros la entrada en Alemania, la gente se pasa casi cuatro horas en un teatro o en un cine al aire libre y lo vive con intensidad. ¿Funcionará esto?” Nos dimos el beneficio de la duda de empezar y es verdad que no fue fácil, pero ahora la gente ya identifica esta marca y los eventos se venden rápidamente. Aquí no son cuatro horas, suelen ser dos horas y media aproximadamente, y el audiovisual está teniendo un momento dulce en la industria del cine y del entretenimiento. El género documental ha vivido una explosión considerable. Si tuviéramos aquí ahora a los responsables de contenidos de Netflix, o de Movistar, Filmin o de cualquier otra plataforma, te diría que el género documental está copando el interés del público desde hace un par de años. Desde los documentales de Netflix, de Ronaldo, de Barack Obama o de cualquier científico o personaje público. O la película “Lo que el pulpo me enseñó”, que hablaba de la historia de cómo una persona establece una relación maravillosa con un pulpo y que ganó en 2021 un Oscar en la sección documental. Creo que aquí en España, como llega todo un poco más tarde, se está viviendo ahora.
Es verdad que las plataformas cada vez ofrecen y promocionan más documentales. ¿A qué cree que obedece este cambio?
La gente está saturada de tanta ficción y de tantos superhéroes. Le sigue gustando, pero ya está quizás cansada de siempre lo mismo. Las plataformas saben en directo qué está demandando su cliente y en las conversaciones que he tenido con responsables de contenidos, te dicen que están teniendo porcentajes loquísimos de visualizaciones. Por ejemplo ahora las historias con los Mozos de escuadra de Cataluña, o el caso Asunta, con el gran papelón que ha hecho Candela Peña. Todo este tipo de documentales que están basados en hechos reales y sobre todo que son personas de carne y hueso, que la gente conoce, que son tangibles…. Crear empatía y sensibilizar con eso es muy fácil. Con Batman, con Superman o con El Señor de los Anillos, es complicado. Todo esto al final está creando una afición. El espectador quiere saber más de la historia de la gente y no sé si es como consecuencia de este tipo de festivales que organizamos, pero esto está ahora mismo explosionando.
De hecho, si algo ofrece el International Ocean Film Tour son historias de gente “de carne y hueso”…
En el festival, el contenido es muy variado. A veces hay películas de submarinismo, otras de surf, o hay alguna de náutica, o hay otra de conservación… Por ejemplo, tuvimos la preciosa historia de Shobe, de Bangladesh, que hablaba del problema que tuvo ella en su ciudad natal, porque quería ser surfera, era muy buena, pero como era mujer y era niña, pues no podía por su contexto social. Y al final lo que intentaba con ese documental que presentamos en su momento era contar su historia y recaudar dinero para montar ella su club de chicas y poder competir, y lo consiguió. Su voz llegó a todo el mundo a través del festival, pero también a través de toda esa gente que la apoyó. Y como esa te podría decir otras. La historia, por ejemplo, de la surfera Bethany Hamilton, de la película Unstoppable, que estuvo en Netflix mucho tiempo y que pusimos en el festival nosotros también. Ella tuvo un accidente con un tiburón donde perdió un brazo, pero en ningún momento dejó de surfear. Continuó y ha seguido compitiendo. Ya está un poquito más retirada, pero hizo su película y contaba su historia. Entonces al final empatizas de alguna manera y es un momento de reflexión.
¿Qué tipo de público acude a sus festivales?
Pues muy variado e interesantísimo. Hay hombres y mujeres al 50 por ciento, y suele ser gente que viene acompañada de toda su familia. Hemos tenido familias de ocho personas en una foto, que es una pasada. Y es un evento que no entiende de edad, de género, de raza o de ámbito social. También suelen venir tanto nacionales como extranjeros, porque al ser en versión original subtitulada en castellano, es una oferta cultural que abre el abanico a personas residentes no españolas. Y luego son gente que es activa, practican actividad física y tienen alguna relación con la montaña y con el océano, se preocupan por el cuidado del entorno y tienen un poder adquisitivo con el que se permiten viajar con cierta frecuencia.
“Hacer un evento en Jameos era para nosotros una de esas cosas que hay que hacer antes de morir, y se cumplió gracias al Cabildo. Y cada vez que vamos allí es alucinante”
Aunque el objetivo del festival es concienciar sobre el cuidado del medio ambiente, ¿no hay muchas personas del público que llegan ya concienciadas de casa?
Totalmente. Mira, nos han pasado cosas curiosísimas. Por ejemplo, el año pasado fuimos por primera vez a Fuerteventura y apareció una madre con sus dos hijos, que tenían que irse antes de acabar la función porque tenían que ir al aeropuerto. Me llamó la atención y me dijo: “Es que hemos venido de Lanzarote, porque allí todavía no había fecha publicada y somos fieles seguidores de este festival. Y tanto mi marido como yo tenemos la obligación moral de traer a los niños aquí para que vean esto”. Nos quedamos impresionados de que esto se esté ya dando. Y por otro lado, hay gente que nos conoce por ejemplo de Suiza, de Alemania, de Italia o de Austria, porque esto va por 28 países, y aunque estén de vacaciones en España, vienen a verlo muy contentos. Es como ocurre con la responsabilidad social que todos tenemos cuando compras un producto. La marca es fiel a lo que tú piensas o te identificas con su política ambiental o empresarial. Pues esto es lo mismo. La gente cuando nos compra, dice: “Te compro porque quiero ver el nuevo programa, pero también porque quiero que el año que viene vuelvan y estén en más ciudades y lleguen a más gente”.
La nueva edición del Ocean Tour ya está en marcha, tras su estreno en Gran Canaria el 2 de junio. ¿Qué expectativas tienen para esta nueva gira?
Pues volver a inspirar a la gente que nos venga a ver, porque cada año salen con caras de querer meterse en el mar y cambiar el mundo aportando su granito de arena. Al final es una fuente de inspiración. Todos necesitamos siempre motivarnos con algunos temas, con algunos personajes o historias y esto creo que es una ventana a todo lo que está pasando ahí fuera.
A Lanzarote llegarán el 27 de julio, por tercer año consecutivo, en el auditorio de Jameos del Agua. ¿Supone algo especial para ustedes ese escenario?
Sin duda alguna. Para nosotros es como el checklist. Things I have to do before I die, ¿no? Las cosas que tengo que hacer antes de morir. Hacer un evento en Jameos del Agua era una cosa que teníamos en mente y que se ha cumplido antes de lo previsto gracias al Cabildo de Lanzarote y a su compromiso estos tres años que se van a cumplir. Cada vez que vamos allí es alucinante porque se llena con lista de espera. Y es el lugar que vio nacer a César Manrique, que para nosotros es un referente a día de hoy. De hecho, siempre inspira el evento. Cuando empieza recordamos unas palabras de César y ponemos su imagen en proyección, porque al final es como el que entra a la casa de un amigo y tiene que tocar antes de entrar.
“En esta edición esperamos volver a inspirar a la gente que nos venga a ver, porque cada año salen con caras de querer meterse al mar y cambiar el mundo”
¿Qué historia destacaría en el programa de esta edición?
Este año tenemos a varios invitados especiales interesantes que vienen a la isla de los volcanes, como por ejemplo Björn Dunkerbeck, que presentará su documental biográfico que se estrena en Lanzarote y que resume sus 42 títulos mundiales en Windsurf; o al director del festival que acude desde Alemania a vernos. Muy especial es el cabeza de cartel, Frank Gonzáles Guerra, cubano y protagonista de uno de los documentales, Habana libre, donde nos adentraremos en el surf isleño, que hasta hace muy poquito estaba prohibido en Cuba. Eso es algo que casi nadie sabe. Al final este tipo de festivales son una manera también de reclamar derechos, de reclamar desigualdades y temas que nos preocupan a toda la sociedad en su conjunto.
La otra gran apuesta de Kinema Producciones es el festival de Montaña, que de momento solo llega a dos islas de Canarias. ¿Está en los planes traerlo a Lanzarote?
Sí. De hecho lo estamos hablando con el Cabildo de Lanzarote, porque además el deporte de montaña ha tenido y está teniendo una explosión frenética en Lanzarote y Canarias y nos encantaría llevar también este festival a Jameos. Estamos ahora mismo en conversaciones, a ver si podemos poner a la isla de los volcanes en el calendario anual, en el mes de febrero.
¿Cuáles son las dificultades que encuentran para mantener vivos estos festivales y para ampliar también los lugares a los que llegan?
El tema de la financiación siempre es una barrera, porque esto es una producción audiovisual bastante innovadora, internacional y curada por un jurado internacional. Nosotros estamos muy alineados a varios Objetivos de Desarrollo Sostenible con los que trabajamos y utilizamos la cultura, el audiovisual, como instrumento para llegar a la gente. Podemos hacer divulgación en temas como lograr ciudades seguras y sostenibles, fomentar el trabajo digno, reducir la desigualdad, detener el deterioro del medio ambiente, lograr la igualdad de género, promover la inclusión, sociedades pacíficas, el crecimiento económico sostenible… Todos son temas que se están hablando a día de hoy y nos deben preocupar porque están recogidos en las Naciones Unidas dentro de la Agenda2030 de Economía Circular y todos los estados de la Unión Europea los han firmado.
En ese nivel de concienciación, ¿cómo cree que está en Canarias respecto a otras zonas?
Pues lo veo positivamente, aunque todavía nos queda mucho por recorrer. Yo que cada año con la gira visito otros lugares e islas como Baleares, Menorca o Palma, te digo que aquí hay una concienciación importante, pero no suficiente. Estamos en el camino, pero queda mucho por hacer. Sinceramente opino que se debería hacer mucho más desde las instituciones y empresas donde se controle más y se valore el impacto directo e indirecto de cualquier actividad en el medio ambiente. Para que las generaciones futuras puedan disfrutar igual o más que nosotros del entorno, requiere aplicar ya un esfuerzo relevante para cambiar muchas cosas que estamos haciendo mal.