“La música es medicina para el alma”
Piano y Voz
Teatro Víctor Fernández Gopar “El Salinero”. Arrecife
Miércoles, 2 de agosto. 20:00 h
Venta de entradas: Ecoentradas.com
Diego «El Cigala» en Lanzarote
Diego Ramón Jiménez Salazar (Madrid, 27 de diciembre de 1968) es, en la actualidad, el cantaor de flamenco más reconocido internacionalmente. Su aparición en la industria musical se produjo a los pocos años del prematuro fallecimiento de Camarón de Isla (1950-1992). De él se dice que es uno de los herederos más elogiados de Camarón, cuyas voces tienen un fuerte parecido; no obstante, El Cigala ha logrado proyectar su sello particular.
Se inició como Diego, aunque el apodo de “El Cigala” llegó a posteriori, cuando se unió a los hermanos Losada, quienes le bautizaron así por su temperamento inquieto y versátil. El sonido de su voz, rajá y gitana, que brota de lo más profundo del alma le confiere el poder de “arma musical” con la que explosiona los sentidos de quien lo escucha.
Probablemente su voz contenga, además de su talento innato, un fuerte componente genético, ya que su padre, José Jiménez, se ganaba la vida en tablaos bajo el nombre de José de Córdoba y, por otra parte, su madre, Aurora, quien además poseía un exquisito e innato eco flamenco, era hermana del maestro Rafael Farina y del Calderas de Salamanca. Por lo que el Arte Flamenco corría igual que la sangre por sus venas. Esta herencia familiar ha sido para él, como nos explica en la entrevista, uno de sus mayores orgullos. Y es que Diego, de pequeño, solo quería ser “artista”, como sus predecesores, y vaya que lo consiguió. Con tan solo 12 años logra ganar un premio en el concurso de TVE Gente Joven y se alza con el primer premio del Certamen Flamenco Joven de Getafe. A partir de ahí todo fue in crescendo.
En la actualidad se abriga al calor de dos moradas, España desde el día en que su madre le trajo al mundo, y República Dominicana, su segunda nacionalidad desde el año 2014, donde se siente feliz, tranquilo y protegido. Su temperamento afable, bondadoso y siempre risueño le confiere un carácter propio, empático, de cercanía y, por ende, de fuerte conexión con el público. Su pasión: sus hijos y la música.
Diego nos recibe y dedica a MassCultura unos minutos durante los cuales desconecta de su actual gira por España para regalarnos sus vivencias y sensaciones antes de su próxima y única actuación en la isla, el próximo 2 de agosto. Nos presentará un íntimo recital junto a su incondicional amigo Jaime Calabuch “Jumitus”, con quien compartirá escenario a “Piano y Voz” ofreciendo e improvisando temas de toda su carrera. ¡No dejen pasar la oportunidad de presenciar en vivo este universo de emociones! Esther G. Alonso
Todas las grandes cosas se van cocinando poco a poco
A día de hoy las entradas están prácticamente agotadas. Se nota que tiene un público muy fiel en la isla…
Yo me siento muy agradecido cuando la gente viene a mis conciertos… Al final, un artista, o por lo menos yo, vivo para el momento de conexión con mi público en directo y desde el escenario es donde me siento más a gusto. Tengo muchas ganas de volver a Lanzarote y más sabiendo que la gente me está esperando.
¿Ha estado otras veces en Lanzarote?
Sí, he estado de vacaciones, ya hace muchos años, cuando aún vivía en España. Siempre nos escapábamos del frío de Madrid en algún momento durante el invierno y para eso no hay mejor sitio que Canarias. Guardo muy buenos recuerdos de aquellas escapadas con mis hijos.
Y profesionalmente creo que tampoco es la primera vez que visita la isla, aunque en el 2020, si no me equivoco, se tuvo que suspender su actuación por la pandemia…
Sí, recuerdo que estuve y actué a finales de los 2000 con el disco Dos Lágrimas. Fue una gira muy especial y un momento clave en mi vida. Recuerdo muy bien ese concierto porque fue una gran noche. En cuanto al 2020 prefiero no acordarme mucho. Ahora ya parece que ha pasado, pero fue un año muy duro. Me alegro de haber podido volver a todas las ciudades que tuvimos que cancelar en su momento.
¿Qué supuso la pandemia en su vida? ¿Cómo le afectó personal y musicalmente?
Gracias a Dios me pilló en Punta Cana donde pude seguir trabajando en mi música, en casa. Pude mantener algo de cordura porque pasó cuando estaba empezando a preparar el que sería mi próximo disco, pero fue muy duro para mí, como para tanta gente… la depresión de perder todo el trabajo que uno tenía programado, la preocupación por los familiares enfermos y la incertidumbre hicieron mella. Nunca he estado tan agradecido como cuando me volví a subir a un escenario.
¿Qué nos puede adelantar sobre su concierto en Lanzarote? Creo que será a voz y piano…
Así es, voy a Lanzarote con mi show de Piano y Voz, con mi amigo, productor y hermano Jaime Calabuch “Jumitus” al piano y con un repertorio que pasa por temas de toda mi carrera. Lo bueno de estar tocando solo con el que me conoce tanto y tiene en la cabeza y en las manos todas las canciones que he cantado es que puedo improvisar. Tenemos una guía de temas que solemos hacer pero voy improvisando según me siento esa noche. Esto es un lujo ya que cuantos más músicos tienes en el escenario menos te puedes permitir.
En sus conciertos, siempre se puede sentir una energía única y emocional. ¿Cómo logra transmitir esas sensaciones a través de su voz?
No sabría decirle el cómo. Yo soy una persona muy sensible y vivo la música, conecto con la emoción y el sentimiento de las canciones que elijo, justo por eso, porque vibran con mis propios sentimientos de una manera o de otra, a veces más literalmente y otras de manera más abstracta.
Sabemos que ha tenido una carrera musical impresionante, pero ¿qué le ha inspirado a seguir avanzando en la música después de todos estos años?
A parte de mis hijos, la música lo es todo para mí, inunda todos los aspectos de mi vida, incluida mi relación con mis hijos. Y encuentro la inspiración en cualquier sitio, estando de gira con un proyecto ya se van dando solas las conexiones para los siguientes. Eso y los grandes maestros a los que admiro y que siempre escucho. Siempre estoy mirando para atrás en la música, para inspiración, a los artistas de nuestros padres y nuestros abuelos.
Ha explorado diversos géneros musicales a lo largo de su carrera… ¿Pero podría contarnos si existe alguna nueva versión musical con la que esté explorando actualmente o le gustaría hacerlo algún día?
Mi curiosidad es infinita y hay muchos géneros que me atraen. Pero no es elegir una música porque sí, siempre hay algo en mi vida que me lleva a ello. Ahora mismo estoy trabajando en un par de proyectos, uno de flamenco que llevo tiempo preparando y otro de una música latina a la que no le he cantado todavía y que, si todo sale bien, pronto podré empezar a grabar.
¿Existe alguna canción en particular que le emocione especialmente interpretar en sus conciertos?
Ha ido cambiando durante mi carrera y según la época de mi vida, las versiones que hacemos solo a piano son algunas de las que más me han hecho sentir. “Cóncavo y convexo” por ejemplo, “Amigo” de Roberto Carlos también.
Nació y se crió en el seno de una familia de muchísimo arraigo por el flamenco pero El Cigala ha contribuido aún más que su propia familia, otorgando a este Arte mayor repercusión y popularidad, ¿lo siente así?
Sí, por supuesto. Para mí es uno de mis mayores orgullos, primero pertenecer a una familia así, con tanto Arte, y haberme criado tan cercano al talento y segundo, haber podido aportar mi granito de arena y seguir con ese legado.
Aunque sus raíces más profundas son las flamencas, se ha adentrado en el universo musical latino logrando fusionar otros estilos musicales, siempre de manera exitosa, el flamenco, el jazz, el tango, los boleros… ¿cómo cree que ha evolucionado su género desde sus comienzos?
Creo que solo desde el tiempo y el futuro se puede analizar bien esta evolución. Realmente estos géneros musicales han estado siempre en contacto y hay épocas, como ahora, donde hay más artistas que se sienten libres para explorar otros géneros. A principios de los 2000 hubo un boom con proyectos como Lágrimas Negras que dieron lugar a una corriente de cercanía musical entre el flamenco y lo latino.
Tenemos claro que su música ha trascendido fronteras y ha conquistado corazones en todo el mundo, pero ¿cómo describiría la experiencia de llevar su música a tan diferentes culturas y audiencias?
Es toda una lección darse cuenta de lo diferente que somos en algunas cosas, como la manera de escuchar música y expresar admiración. Por ejemplo, en Japón, donde el público permanece absolutamente callado y no emite un sonido hasta que se acaba una canción. O en México, donde te animan durante todo el concierto… pero a la vez, somos tan parecidos que somos capaces de emocionarnos con música de otra cultura de la que quizás no entiendas ni la letra y aún así te llegue hasta el corazón.
Cada generación escucha y crea una música que refleja su personalidad y sus necesidades
¿Qué es para usted la música en toda la magnitud de la palabra?
La música es medicina para el alma, es conexión entre las personas y conexión con lo divino. Es comunicación y es, con todo el arte y el lenguaje, lo que nos hace humanos. La capacidad para sentir algo y transmitirlo y que lo sientan los demás.
El panorama musical ha experimentado muchos cambios en los últimos años. ¿Cuál es su opinión sobre la música actual y su evolución?
No te podría dar una opinión porque el panorama es inmenso. Hay más oferta que nunca y como siempre ha habido, hay cosas de muchísima calidad y cosas que no la tienen. Yo no soy un chaval y escucho más a gente de mi generación o mayores, pero hay mucha gente joven haciendo maravillas con muchísimo talento. Cada generación escucha y crea una música que refleja su personalidad y sus necesidades.
¿Cómo se ha adaptado a los nuevos formatos y plataformas digitales que han cambiado la forma en que la música se consume y se comparte?
Absolutamente, la relación con la música ha cambiado, como todo, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Antes te comprabas un disco y lo escuchabas mil veces y había una relación más íntima, más lenta y cariñosa con lo que escuchabas; pero a la vez tenías bastante limitado el acceso a mucha música y era difícil llegar a artistas o sonidos de otros países. Ahora con Spotify puedes descubrir música de todo el mundo y de todos los tiempos que antes era impensable.
¿Cuál es la mayor lección que ha aprendido a lo largo de su carrera musical?
Tener paciencia, que las cosas no pasan de un día para otro. Todas las grandes cosas se van cocinando poco a poco, que esto es una carrera de fondo. Hay que dar siempre lo mejor de uno mismo pero no pensar a corto plazo.
¿Cuál ha sido el mayor desafío al que se ha enfrentado en su camino como músico y cómo lo pudo superar?
Como músico los mayores desafíos me los he encontrado fuera de la música, salvo algún tema al que le he tenido que dar la vuelta en el estudio o algún dolor de garganta que siempre fluye y siempre viene… Pero suelen aparecer muchos problemas externos, el otro día mismo, se nos fue la luz en un concierto varias veces y tardamos casi cuatro horas en acabar. Problemas con la industria serían los que más quebraderos de cabeza me han traído y siempre los he superado buscando un equipo que me ha ayudado en todo momento y en el que confío plenamente y, como dije antes, mucha paciencia.
Además de la música, ¿hay alguna otra pasión en su vida que le inspire o le motive?
Mis hijos sin duda, lo mejor que tengo y que hacen que todo merezca la pena.
Muchos artistas encuentran inspiración en diferentes lugares o momentos. ¿Qué le inspira para componer y crear música?
Sobre todo la música, más que algo concreto que visite, escuchar a los grandes.
Su último álbum, un nuevo reto, donde homenajeó la música mexicana con el ritmo que le identifica, el flamenco, fue muy bien recibido por la crítica y el público. ¿Tiene planes de lanzar nuevo material próximamente?
Sí, dentro de poco además, aún no te puedo decir la fecha pero después del verano sale mi nuevo disco que llevo preparando los últimos años. Esta gira de verano en España son los últimos conciertos antes de empezar la gira de mi nuevo disco. La verdad que después de tanto tiempo trabajando el repertorio no puedo esperar más a que salga.
Como músico, ¿cómo se reinventa y logra mantenerse creativo en un mundo en constante cambio?
Estando abierto a lo nuevo y sobre todo haciendo el esfuerzo, no quedándose en lo cómodo. Yo podría haberme quedado cantando flamenco, y luego bolero después de Lágrimas. Hay un esfuerzo que hacer y un riesgo que correr pero sin eso yo creo que se pierde la creatividad de alguna manera.
Después del verano sale mi nuevo disco
¿Qué consejo le daría a los artistas emergentes que están buscando hacerse un nombre en la industria musical?
La industria ha cambiado tanto que no sabría ni qué decirles aparte de que lean bien todos los contratos y que busquen siempre ayuda profesional para todo el aspecto legal porque de cuando yo empecé hasta ahora no tiene nada que ver. Te diría que es incluso más difícil hacerse un nombre hoy en día.
¿Cuál ha sido el momento más memorable de su carrera hasta ahora?
Conocer a Bebo Valdés sin duda, porque me llevó musicalmente a cruzar el charco y a trascender el flamenco y también, en su momento, a crear mi sello Cigala Music y poder grabarle discos a mis músicos y a gente que me inspiraba porque me dio la oportunidad de vivir la música desde otro punto de vista.
¿Cómo les gustaría que se les recordase?
Por mi música y por lo que le transmita a la gente
En pocas palabras:
>Un lugar: Punta Cana
>Un libro: Cualquiera de mi gran amigo Gabriel García Márquez.
>Una película: El Padrino
>Un personaje: William Wallace de Braveheart
>Una canción: Desahogo, de Roberto Carlos
>Una comida: El cocido de mi madre
Esther García Alonso @masscultura.com Gracias Diego El Cigala @elcigala.com
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