La colocación de una placa en la vivienda en la que nació, la puesta en marcha de un proyecto educativo que acerque al artista a los estudiantes, la creación de un centro de estudios sobre el paisaje y la impartición de cursos para que los ciudadanos puedan convertirse en guías de su obra son algunas de las iniciativas recogidas en el debate celebrado ayer en el MIAC-Castillo de San José
El Museo Internacional de Arte Contemporáneo-Castillo de San José acogió en la tarde de ayer el acto central del homenaje que el Cabildo de Lanzarote y los Centros de Arte, Cultura y Turismo organizaron para celebrar el primer Día de César Manrique, instaurado por el pleno de la Primera Institución insular el pasado 28 de septiembre de 2016.
Fue el consejero de Turismo del Cabildo de Lanzarote, Echedey Eugenio, el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y de inaugurar un acto que dio comienzo con sendas ponencias de Francisco Galante y Fernando Castro Borrego, muy vinculados a la vida y la trayectoria artística de César Manrique.
Francisco Galante, doctor en Filosofía y Letras, catedrático de Historia del Arte en la Universidad de La Laguna y profesor Academic Consultant Affiliated Researcher de la Universidad de Lovaina, destacó “la transformación” que supuso para Lanzarote el regreso de César Manrique en 1966. “Cambios en el paisaje, con su apuesta por una nueva arquitectura, pero también cambios profundos en su sociedad” explicó. Tras apuntar la dimensión social de Manrique y la proyección de una obra “que no pertenece sólo a Lanzarote sino que es universal”, Galante indicó que “ninguna otra isla del archipiélago posee el valor patrimonial que tiene Lanzarote”.
Francisco Galante y su compañero Fernando Castro Borrego, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna y miembros ambos del Consejo Asesor de la Fundación César Manrique por expreso deseo del artista, coincidieron al señalar la necesidad de que “los Centros sean catalogados cuanto antes como un Bien de Interés Cultural”.
Castro Borrego, especialista, además, en vanguardias históricas, surrealismo y arte canario del siglo XX, apuntó la necesidad de “entender los Centros, la Obra Magna de Manrique, como un todo, como una red con un valor simbólico extraordinario”, y destacó la importancia del paisaje para el artista nacido ayer hace 98 años. “César Manrique era paisaje. Todo lo que hacía era paisaje. Usaba palabras como paisaje o ecología cuando ningún otro artista las empleaba en España” insistió. El catedrático propuso que “sea el paisaje, precisamente, el punto de partida de un centro o de unas jornadas de estudios que, participadas por las dos universidades de Canarias, reconozca con el premio César Manrique al mejor estudio relacionado con el paisaje realizado por alumnos de historia del arte, arquitectura, teoría del arte o de diseño de jardínes, por ejemplo”.
Alfredo Díaz, portavoz de la Fundación César Manrique, tomó la palabra a continuación para reivindicar la obra y el pensamiento del artista y solicitar la recuperación de los premios César Manrique que concedía el Gobierno de Canarias. Díaz abría, así, un enriquecedor turno de intervenciones en el que representantes de agentes y colectivos sociales, culturales y educativos de la isla así como familiares, amigos y personalidades vinculadas al artista fueron exponiendo su particular visión sobre cuáles deberían ser los ejes y contenidos del Día de César Manrique en el futuro. El diálogo y la participación fueron, pues, las bases de una mesa de debate que contó, además de con los citados, con la presencia del presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés; del consejero de Cultura de la Primera Institución insular, Óscar Pérez; de Marcial Martín, en representación del consejo asesor de los CACT, del consejero delegado de los CACT, José Juan Lorenzo, y de Aquilino Miguélez, director de la Oficina de la Reserva de la Biosfera. “Hemos querido contar con la mayor representatividad de agentes y colectivos posible porque entendemos que César Manrique es patrimonio de todos, y nos corresponde a todos pensar y decidir cómo queremos que sea recordado” apuntaba el propio Eugenio.
Entre las propuestas que se adoptarán en un futuro próximo surgidas de un debate al que se sumó el público asistente figuran las de instalar una placa conmemorativa que recuerde la vivienda en la que nació el artista; la puesta en marcha de un proyecto formativo en los centros educativos que lleve a conocer los rasgos y la obra de Manrique; la celebración de un acto popular y la realización de una serie de cursos para que aquellos que lo deseen descubran su obra y se conviertan en guías y prescriptores de César Manrique cuando reciban la visita en la isla de amigos y familiares.
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